Las uñas de los pies... por Antonio Cabrero Díaz
Hola amiguitas y amiguitos de PB AGUJÚO aquí estamos otra vez. Antes de comenzar quería mandar desde este humilde blog un saludo fraternal y un abrazo estrangulador a nuestro ministro favorito, el gran Montoro, más conocido como “Yoda”, el cual me hace la vida más amena y divertida con sus continuos chistes y chascarrillos.
Con el artículo de hoy pretendo que todo aquel que lo lea sea capaz, una vez haya finalizado, de ver la vida de un modo más positivo y optimista.
Alguno podrá pensar que es pura demagogia (esta palabra nunca seré capaz de entender lo que significa), y que como es habitual en mí busco lo imposible llegando al más absoluto absurdo, pero como siempre digo no puedo controlar los miles de pensamientos que inundan los cerebros de los que ven o leen mis escritos.
Sin más, soñando que el miedo deje paso a la esperanza, y esperando que les guste, y que les disguste, les dejo con:
LAS UÑAS DE LOS PIES
A Roberto, un Alcatraz de joven, con el que compartí un buen rato en las fiestas del Cristo, gran seguidor de esta sección, porque es buena gente que camina (es decir que es buena persona, lo entiendes verdad Charly Varrrrrrrrrrrgasssssssss), y porque esta pasando por un momento complicado.
Desde aquí le ofrecemos nuestro apoyo, y esperamos que este artículo le haga un poco más feliz, y pueda ver la vida de otra manera.
Llevamos un tiempo sufriendo y soportando malas notitas que continuamente nos envían los que dirigen y dominan el sistema, y por consiguiente nuestras vidas.
Los tres últimos años, semana tras semana, solo nos dan palos y penas, y apenas sabemos ya de las alegrías y las buenas sensaciones. Todo ello a base de pérdidas de derechos y adquisición de múltiples y obligados deberes.
En conversaciones con diferentes grupos de amigos siempre sale a relucir como tema protagonista y estelar, el trabajo y el miedo a perderlo, y lo agradecido que debe estar uno de tenerlo aunque te tengan explotado y poco remunerado.
Mucha gente se esta dando cuenta de la jugada, del hecho de trabajar mucho más y cobrar mucho menos, y como consecuencia de tener que soportar bajo su cabeza la espada de la amenaza del despido si no aceptan las condiciones que les ofrecen.
Frases como, “qué suerte tienes trabajo”, “esto es lo que hay”, “si no te gusta hay mucha gente esperando”, “es mejor tener trabajo a no tener nada”, “no te puedes quejar por lo menos tienes curro”, etc, se escuchan de manera normal y cotidiana en cualquier conversación en cualquier lugar de las diferentes ciudades y pueblos de este país llamado ¡España!
Esto que parece tan normal y no excesivamente grave contiene el hecho de que los que programaron la crisis están consiguiendo el objetivo de la misma, que no es otro que la destrucción de las clases medias. Cuanto menos dinero nos den a nosotros más dinero ganarán ellos.
Muchas personas están percibiendo la pérdida de derechos sociales, laborales y humanos que estamos sufriendo a marchas forzadas, y esto lleva a un estado de rabia, frustración y miedo.
Esto último es lo que más afanosamente quieren conseguir los amos del mundo. Quieren tenernos cagaditos de miedo para hacer con nosotros lo que les venga en gana (si aún pueden más). Este es el enemigo contra el que tenemos y debemos combatir.
Cuando nos invada el desánimo y nos entre la depresión, aparte de unas copas, unos amigos, y un poquito de rock and roll, tenemos que caer en la cuenta de la inmensa fortuna de la que gozamos estando bien de salud.
Es una suerte levantarse por las mañanas y que no te duela nada. Qué fortuna más grande ir cumpliendo años y ser capaz de hacer cosas tan complicadas y difíciles como cortarse las uñas de los pies, ¡y poder hacerlo solos!
Una vez tenemos conocimiento de la importancia de tener buena salud, y de la cual sólo nos acordamos cuando la perdemos (que interesados somos), lo siguiente es la comida.
Hay algo evidente, la persona que no come se muere, y la mayoría de nosotros puede hacerlo tres veces o más al día, y no solo eso, sino que podemos elegir entre miles de colores y de sabores, haciendo de un hecho básico algo exquisito y placentero.
Ya sabemos lo que realmente es importante, ahora vamos a hacer algo que al poder le puede hacer temblar, ayudar a las personas que tengamos más cerca cuando tengan problemas, vecinos, amigos, conocidos. Hagamos que sus vidas sen mejores, y la nuestra será seguramente mucho mejor.
La idea que intentan grabar a fuego es que cuanto más tengas mejor para ti, y que puedes estar tranquilo porque tienes una vida entera para conseguir tus objetivos pues te aseguran mínimo ochenta años de existencia.
Pues ¡no señor!, el futuro es incierto y la muerte siempre esta cerca porque somos mortales. Por este motivo es primordial pensar en el presente y aspirar a tener lo menos posible cubriendo como mínimo las tres premisas principales, comida, salud y solidaridad.
Cuanto menos tengamos menos miedo tendremos a perderlo. Cuanto más ayudemos a los demás y defendamos al más débil más felices seremos porque estaremos contribuyendo a la construcción de un mundo más humano y justo para todos.
No se dejen amedrentar y no les den el gusto de que les vean tristes y temerosos. Sonrían y hagan aquello que les haga felices, porque para dos días que vivimos es una pena que los desperdiciemos en acumular cosas que una vez muertos de nada nos van a servir.