Paro o precariedad

19.06.2014 16:10

Ya ha comenzado el evento deportivo más importante de los últimos años, el mundial de fútbol. Durante unas semanas nos olvidaremos de los problemas cotidianos y disfrutaremos de las victorias de nuestra selección. Mientras tanto otras noticias importantes pasaran casi desapercibidas, incluso que las protestas de los brasileños contra la organización continúan. Curioso, que en un país donde el futbol es pasión estén en desacuerdo con la organización de este evento. Se puede pensar que son pocas las personas que protestan, pero uno ya no sabe que creer cuando se documenta en estos medios de comunicación tan manipulados.

 

            Por otra parte se pueden entender estas manifestaciones si nos atenemos a la gran diferencia de clases sociales imperantes, no solamente en Brasil, sino en otros muchos lugares del mundo, incluso aquí, el país de “La roja”, ha aumentado considerablemente la desigualdad social, siendo el país de la Unión Europea donde  más ha crecido esta desigualdad en el último año.

 

https://economia.elpais.com/economia/2014/03/13/actualidad/1394732075_347846.html

 

            A continuación os dejo con un artículo de un sacerdote, Joaquín Sánchez, donde muestra su punto de vista pero como siempre sacad vuestras propias conclusiones.

 

            DESIGUALDAD SOCIAL

 

            A los gobiernos que están imponiendo su modelo social basado en la desigualdad social, donde unos pocos acaparen casi toda la riqueza y la inmensa mayoría se conforme con las migajas, ¿qué les interesa más, una sociedad de parados o una sociedad precaria, es decir, de trabajos temporales, con sueldos bajos y condiciones indignas?

 

            Les interesa una sociedad precaria porque si tienes un trabajo de 400 euros tienes algo que perder.

            A los gobiernos les interesa que la gente tenga algo para evitar la sublevación, por eso, se esfuerzan en construir una sociedad precaria, de ahí, que se intente sustituir trabajos indefinidos por trabajos temporales o a tiempo parcial, aunque después eche una jornada completa e incluso más.

El otro día oí decir a una persona joven algo que ya es frecuente: “Yo por un trabajo de 500 euros hago lo que haga falta”.

            Los capitalistas han decidido que la gente tenga algo que perder y por eso los políticos cómplices están aprobando las reformas laborales para dejar a los obreros cada vez más indefensos, recortando o suprimiendo las prestaciones sociales y la bajada en las cotizaciones de la seguridad social.

 

            Todos conocemos gente que tiene un contrato de tres o cuatro horas y están echando diez horas con un sueldo de 400 euros y con un trato vejatorio.

            Y cuando alguien protesta se le amenaza diciéndole que “ya, sabes, en la puerta hay muchas personas que quieren tu trabajo. Cállate o atente a las consecuencias”.

Hace ya años que no estamos en un estado de derecho.

            La precariedad pretende crear una pobreza estructural y definitiva, sería el triunfo del capitalismo sobre la clase obrera, unida a los recortes de los derechos laborales y sociales, unida a las subidas de los precios de los productos básicos, incluido la luz y el agua; y si a esto le sumamos las hipotecas, se produce una fractura social y se levantan murallas de injusticias y desigualdades importantísimas.

            Para mantener este status quo es necesario tener leyes restrictivas sobre las protestas sociales y fuerzas de (des)orden público suficientes para controlar y reprimir al pueblo, aunque ellos nos llaman la masa.

En el último informe de Amnistía Internacional se ha denunciado que la represión ha aumentado en nuestro país, traduciéndose en detenciones, multas de las delegaciones de gobiernos y leyes que coartan las manifestaciones.

            Esto hace, incluso, que muchos trabajadores agobiados por el hambre y la miseria de sus hijos se ofrecen a empresarios por sueldos de miseria para poder comprar algo a sus hijos.

            Es espeluznante cuando hay padres y madres que te dicen que prácticamente no comen nada para que sus hijos puedan comer algo.

Los capitalistas saben que con la precariedad y el paro las personas no van a pedir sus derechos y muchos menos crear conflictos sociales y laborales.

            Todo esto lo estamos viendo en toda Europa, donde el país-modelo que es Alemania fue de los primeros en crear los minojobs (trabajos temporales y con sueldos muy bajos).

            En Alemania hay una tasa de pobreza de un 15% y muchos de sus pensionistas tienen que buscarse alguna actividad económica (economía sumergida) para llegar al final del mes.

 

            España en concreto es el tercer país con mayor tasa de pobreza en la Unión Europea detrás de Grecia y Rumanía.

            En definitiva, los capitalistas con muchos políticos gobernantes cómplices pretenden crear una sociedad donde la mayoría de los ciudadanos vivan en la precariedad, en la pobreza y la exclusión social, no luchen por lo poco que puedan perder, y con el tiempo se resignen y se acostumbren a esta realidad.

            Para los capitalistas que la clase obrera y la ciudadanía pierdan la esperanza en otro mundo posible y necesario es fundamental. 

La combinación paro-precariedad es el eje de su estrategia, porque los que están en paro aspiran a un trabajo precario y los que tienen un trabajo precario están amenazados de irse al paro, y a un paro prácticamente desprotegido socialmente.

 

¿Qué podemos hacer? 

 

Primero visualizar sus objetivos, pretensiones y estrategias, identificando los personajes y las instituciones que pretenden fundamentar la humanidad en las desigualdades sociales. 

 

En segundo lugar, deslegitimar el capitalismo como un sistema que mata, que asesina y que ese es su ADN. 

 

En tercer lugar, organizarnos y promover acciones continuadas en el tiempo que respondan a una rebelión pacífica. 

 

Y, en último lugar, vivir estos valores en nuestras propias vidas para no caer en el poder y en la desesperanza. Seguimos luchando porque creemos en una humanidad nueva, una humanidad de todos y para todos.

 

“Este mundo debe ser un mundo de todos y para todos”

 

JOAQUÍN SÁNCHEZSacerdote 19/05/2014