Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez deseando que se terminen las navidades. El caso es que Mister “Scrunch” (se escribe algo así) nunca estuvo valorado. Gran tipo este que seguía su vida normal, y al cual acusaban de tacaño. En eso consisten estas fiestas religiosas, en gastar y consumir. El que no lo hace es considerado raro, antisocial, amargado o miserable.

Este año no pienso escribir sobre el tema. Los entusiastas de estas fechas superficiales y derrochadoras no tendrán que aguantar ninguna trilogía. No voy a perder el tiempo contando lo que todo el mundo sabe. Grandes días para contaminar el planeta a saco y destruirlo un poco más en nombre del señor.

Cuando lean este escrito en Cataluña, el sitio más importante del mundo para los españoles, habrá habido elecciones. Millones de “inocentes” habrán adelantado el día y habrán caído en la trampa votando a uno u otro partido. Habrán elegido entre unos mamarrachos u otros. Habrán colaborado en un circo en donde lo que principalmente esta en juego es el interés de los más ricos.

Uno juega a ser distinto, a pesar de que no lo sea y siempre acabe mal. Termina solo en la cama debatiéndose entre la mentira y la verdad. Se intenta dar un sentido a la vida y saber que hace uno aquí. Miras alrededor, crees que lo entiendes, pero no.

Grandes Asfalto, y grandes sus canciones, recordándonos que somos estúpidos pensando que el mañana podría ser mejor que el ayer. También nos dicen que no solo nos pasa a los que tenemos principios, ética, dignidad y demás valores. Hemos nacido en serie y moriremos en la cadena por mucho que intentemos luchar contra ello.

De eso va este artículo de decepción, pero de decepción asumida y controlada. La realidad es dura y el sentido de la existencia es luchar por el mundo aunque sepamos que poco tenemos que hacer ante el poder de unos pocos poderosos que nos manejan y explotan.

Sin más, esperando que les guste y les disguste, les dejo con:

RODEAR EL CONGRESO PARA NADA

Echando un vistazo atrás, no muy atrás, uno se da cuenta que da nada sirvieron las protestas reclamando DEMOCRACIA REAL. A la mayoría de los ciudadanos les ha ido igual, igual de mal. A unos pocos, sin embargo, les ha ido muy bien. Han acertado, les ha ido muy bien a  aquellos “luchadores sociales” que se han metido en política.

Después del 15M lo único que ha quedado es un partido que se llama Podemos. Una formación que iba a cambiar el marco político. Iba a ser demócrata, nunca iba a tener un líder único, las decisiones las iban a tomar de manera asamblearia y el poder se lo iba a ceder al pueblo.

La máquina es muy poderosa. Luchar contra ella harto difícil. Los más fácil es adaptarse a su funcionamiento, camuflarse, y vivir lo mejor posible, aceptando sus reglas y sus normas. La rabia que se lanzó contra ella rodeando el congreso, por ejemplo, rápido quedó anulada y reconducida por la vía de lo legal.

En Cataluña se pasó de no dejar entrar a los diputados del Parlament llamándoles chorizos a aclamarles por ser nacionalistas o independentistas. En Madrid se pasó de ocupar la Puerta del Sol a sentarse en el ayuntamiento como unos burócratas más. Y así sucesivamente con todas las ciudades y comunidades del cambio. Nuevas caras, mucho marketing y más de lo mismo.

El gobierno central dirigido por los dos partidos que llevan imponiendo una dictadura desde que se inicio esta democracia son expertos, duros e implacables. Las nuevas formaciones no dejar de ser una cortina de humo con miembros rebotados de los mismos. El dinero lo tienen ellos y el poder también.

El ayuntamiento de Madrid tiene superavit todos los años desde que gobierna Ahora Madrid. El dinero lo maneja el PP. Estos son los que dicen lo que este partido elegido por los madrileños tiene que hacer. La Comunidad Valenciana aprobó en su parlamento dar sanidad gratuita a todo el mundo, a los sin papeles también, y un tribunal ha dicho que no. La Comunidad de Baleares prohibió matar a los toros en las plazas y otro tribunal ha dicho que no.

El dinero lo tienen ellos, los invisibles del ibex 35 y demás élites. Ellos ponen al PP o al PSOE, que son lo mismo, para que gestionen nuestro dinero, y estos son los que hacen las leyes, las aplican, las ejecutan y se encargan de aplastar a cualquier hormiga que se salga del camino trazado y  les haga perder beneficios.

Son muchos años de decepciones ya sabidas. La historia se repite. Esta claro que rodear el congreso no sirvió para nada, es evidente que defender tus derechos no conviene, y es seguro que ser honrado y solidario te va a traer problemas. Pero lo que es una verdad  como un templo es que si hacemos el avestruz y nos convertimos en mutantes estaremos firmando nuestra sentencia de muerte y la de las generaciones venideras.