37º... por Antonio Cabrero Díaz

16.06.2017 11:51

Hola amiguitos de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez para señalar que ha habido dos mociones de censura en contra del PP. Una en la Comunidad de Madrid y otra en el congreso de los diputados. Ambas las ha propuesto el partido político Podemos.

No he visto nada de ninguna. Miento. La de Madrid la vi de reojo. El Partido Popular de esta autonomía demostró que el término “gentuza” se queda corto. Yo diría “vaya banda” nos gobierna gracias a los votos que se perdieron de Izquierda Unida, del Pacma, y, sobretodo, de los inconscientes que votaron a “La Cifuentes”.

En el parlamento de España más de lo mismo. Todos los representantes del pueblo destacaron por lo mismo, el ruido. Formamos parte de un estado ruidoso, y esto, lo que demuestra es que nuestra característica principal es la mala educación y el egoísmo.

El resultado de la moción ha sido el previsto. El PP, gracias al tripartito en cubierto que nos mal gobierna, seguirá machacándonos durante toda la legislatura. Ciudadanos lo celebra, es lo mismo que el PP con otro color, y el PSOE de saltos de alegría, lleva muchos años chupando del bote como para cambiar las cosas.

Sin más, esperando que les guste y les disguste, les dejo con:

 

37º

 

La cifra escrita indica una temperatura. También forma parte de una canción. La misma nos decía que en los lugares que hace este “calor” solo se ven un montón de huesos. Ya he citado la palabra maldita. Este término, “calor”, viene bien a unos gobiernos avariciosos que están anteponiendo los activos al futuro de la humanidad.

Hace años que los científicos alertan de que los veranos van a ser más largos, que vamos a pasar de cuatro estaciones a dos, y de que los más perjudicados por el cambio climático van a ser los países más pobres, pero que a la larga todo el planeta se verá afectado.

También recuerdo al actual presidente, Mariano “Mentiroso” Rajoy cuando decía que tenía un primo que le había dicho que eso del cambio climático era un cuento. Se mofaba del problema. Qué podíamos esperar de un sujeto que ante la catástrofe ecológica más grave de la historia de España, la del petrolero Prestige, dijo que solo soltaba unos “hilillos de plastilina”.

A día de hoy, otro bufón como el descrito anteriormente, Donald “Pato” Trump, opina lo mismo, y como prometió en campaña no firmó el último acuerdo medioambiental para bajar el nivel de emisiones de CO2 que emiten las potencias mundiales.

El panorama es desalentador. Las naciones siguen destruyendo el planeta y nadie se planta y se pone serio. El cambio climático ya está aquí. En Madrid llevamos años experimentando las anomalías térmicas. Hasta un no científico e ignorante como yo se da cuenta de que no es normal que estemos de mayo a octubre con temperaturas subsaharianas.

El mundo no estuvo tan cerca de la destrucción. No se echen las manos a la cabeza por esta afirmación ni piensen que estoy loco. Es cierto que como sigamos a este ritmo es posible que la especie se extinga antes de lo que teníamos previsto. Cosa esta, por otra parte, que no estaría nada mal.

Yo personalmente llevo años tomando medidas. Tal vez no sirvan para nada pero hacen que duerma tranquilo por las noches. Suelo reciclar, comprar el menor plástico posible, contaminar lo mínimo, ahorrar energía y agua, cuidar mi entorno, tener el menor número de aparatos tecnológicos y electrónicos, y llevar a cabo un consumo racional y responsable.

Mi última acción, después de mucho tiempo pensándolo, ha sido hacerme vegetariano. No como ni carne ni pescado. Va hacer un año y mi cuerpo se siente como liberado mentalmente y físicamente. Con esta medida no contribuyo a que las grandes empresas maltraten a los animales y contaminen el planeta.

La cosa es grave. Esto no es una broma. Es hora de que los gobiernos empiecen a actuar o la supervivencia del ser humano puede tener los días contados. Comencemos individualmente. Defendamos la ecología, votemos partidos que impulsen desarrollos sostenibles y bebamos mucha cerveza, aunque sea transgénica, porque la vamos a necesitar para pasar este trago.