Billy el Niño es español... por Antonio Cabrero Díaz

15.12.2017 09:49

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez después del paro del extenso puente. Unos días de relaciones sociales no vienen mal para valorar la suerte del que puede elegir entre la soledad y la compañía. En ambos casos salir a flote es una cuestión de fuerza de voluntad.

Mientras sigue el circo de Cataluña en el mundo están pasando cosas de gravedad. Nuestro amigo Donald, o el congreso, que manda a este mono de feria, sigue tomando decisiones alejadas del bien común, y el cuidado del planeta y las personas.

Este pato multimillonario ha decidido levantar el veto a las bombas racimo que entraba en vigor en 2019. Cree, este sujeto, necesario su utilización y su comercialización. El hecho de que este infernal armamento deje mutilado y mate a los sectores más débiles de la población, mujeres, mayores, y niños, es lo de menos.

Este bicho, que tapa los demonios que lo manejan, no quiere que los migrantes tengan derechos, que los espacios naturales sean protegidos, y que a los ricos se les cobren más impuestos. Un tipo de lo más solidario y molón este Trump, casi tan molón y flipante como era su antecesor, Obama. La forma de gobernar de ambos es la misma, primero los ricos y después el mundo.

Sin más, esperando que les guste y les disguste, les dejo con:

 

 

BILLY “EL NIÑO” ES ESPAÑOL

 

 

Qué bonito país España. Su cultura, sus gentes, y su más reciente historia. Un ejemplo de educación, respeto, y humanidad para el resto del mundo. Un orgullo de pueblo, que digo, de nación de naciones.

Hay países como Alemania que a los que han sido malos y han matado a mucha gente les han condenado, o como Argentina, que mete en la cárcel a los responsables que asesinaron a miles de personas durante la dictadura de Videla, que no son tan tolerantes como nosotros y que son muchos más estrictos en aplicar las leyes y respetar los derechos humanos.

Los españoles sabemos personar. Para esto, por si nosotros no somos capaces, tenemos a la santa madre iglesia. Ese hermano gemelo de Paco Clavel, nuestro venerado Rouco Valera, es un ejemplo de olvido y ocultación, un medio de tapar asesinatos, robos y torturados, de los que su organización (la iglesia) fue cómplice.

Nos gusta la concordia. Por este motivo pasados más de cuarenta años de la muerte del ASESINO dictador tenemos cientos de miles de españoles enterrados por las cunetas de nuestro territorio, con el único afán de no remover la tierra y las heridas.

Personas que fueron asesinadas y que sus familiares no pueden darles una sepultura digna sufren, pero eso no es lo importante. Lo importante es no hacer daño a sus verdugos y asesinos recordándoles lo malos que fueron.

Los españoles tienen un gobierno heredero de los criminales franquistas. Su actual presidente, el más mentiroso de nuestra más reciente historia, se vanagloria de cargarse una ley que repara el honor y dolor de las víctimas. Es normal que tape lo que defiende. Le mola su calle y no comprende por qué han quitado el nombre del asesino que la honraba. Salvador Moreno, un marino tira misiles, y mata mujeres, niños y ancianos, debería seguir presidiéndola según su criterio.

Vivimos en un país de gente seria. El valle de los caídos así lo indica. Gran monumento construido con la sangre de esclavos y rellenado con muertos republicanos. Muy humano enterrar a los asesinados con quien los asesinó. Igual en el más allá se hacen amigos.

España no tiene nada que envidiar al oeste de Texas. Aquí tenemos a nuestro Billy “el niño”. Antonio “no sé qué” Pacheco, policía. Años torturando y matando gente en la DGS durante la dictadura le han hecho merecedor de la medalla al mérito policial en 1977.

A día de hoy no le han retirado la condecoración, anda por la calle libremente sin que nada le pase, y esta orgulloso de su trabajo, mientras en muchas casas hay vacíos y silencios. Los que ya no están, y los que están, y ven indignados como su torturador vive de manera plácida, pensarán que es un orgullo ser español y sacar una bandera bien grande al balcón, con un letrero al lado que diga, ¡CERRADO POR DEFUNCIÓN!