Compañeros de trabajo No amigos... por Antonio Cabrero Diaz

07.04.2017 00:00

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez para resaltar una de las noticias más importantes de los últimos tiempos. Uno de cada cinco móviles es falso. Esto es una catástrofe que no se si es posible superar. Cómo vamos a poder vivir con esta incertidumbre. Imagínense que uno de ellos es el suyo. Qué atrocidad. Qué ridículo más espantoso el estar con los amigos fardando con un móvil que podría ser falso.

Por otra parte una cosa que me llama la atención es la muerte. Concretamente la categoría de la misma. Esto lo digo por los recientes atentados de Londres, a los cuales no he hecho mucho caso, no vaya a ser que me entre el pánico y empiece a ver terroristas por todas partes por donde circulo.

Los muertos de Reino Unido tienen, mejor dicho tenían, nombres y apellidos, y sin ninguna duda hay que lamentar su pérdida. Lo que me extraña es que los 80 muertos de la semana pasada en Afganistan, en no sé que ciudad, sean invisibles. También lo son los de Irak, Centro de África, Asia, y demás rincones del mundo olvidados de la mano del hombre.

Sigue habiendo muertos de primera y de segunda. Mientras esto continúe así significará que no estamos haciendo nada para acabar con la desigualdad del planeta. La conservación del mismo doy por hecho que se ha dejado por imposible. No hay más que escuchar lo que ha dicho Donald al respecto.

Sin más, esperando que les guste y disguste lo escrito, les dejo con:

 

 

COMPAÑEROS DE TRABAJO NO AMIGOS

 

 

Las relaciones laborales suelen ser complicadas. El germen de la insolidaridad y de la prepotencia, que el sistema nos inculca desde pequeños, hace que pensemos que nosotros somos los buenos y el resto los malos.

La gente en el trabajo se guía más por el concepto “amigo” que por el de “compañero” y así nos luce el pelo. Si tenemos un individuo enfrente que es un trepa, un pelota y un “arrimao”, le valoramos según el grado de amistad que nos une a él o a ella, y no según su valía verdadera. Es nos hace ser poco objetivos.

Las personas que tienen la desgracia de trabajar para ganarse la vida se equivocan. Los hombres y las mujeres que forman parte de una plantilla son compañeros de empresa y no amigos. Esto indica que deben ser lo suficientemente profesionales para tener una relación laboral correcta, libre de amiguismos y relaciones basadas en la falsedad extrema de una amistad temporal.

Yo donde trabajo no tengo porque llevarme bien con nadie y, mucho menos, ser amigo de nadie. Lo que tengo que ser es profesional. Debo resolver los problemas y hacer mi trabajo hablando con todo el mundo, me caiga bien o mal, dejando a un lado los sentimientos y opiniones personales.

Hay “obreros” que esto no lo saben hacer. Este es mi amigo y por eso es un excelente profesional. Este no es mi amigo y por eso es un vago que esta en contra de todo. Curioso criterio que facilita que el patrón haga lo que venga en gana utilizando la vieja táctica del “divide y vencerás”.

No hay nada mejor que crear dos bandos dentro de la empresa para que el dueño haga con nuestros escasos derechos lo que quiera. Esto que parece que es fácil de entender, en la práctica es a todas luces invisible de cara a las entendederas del compañero esquirol, pelota y sumiso.

La gente que trabaja no se da cuenta de que la lucha de clases nunca estuvo tan vigente como ahora. Se unen al “jefe” como si fueran su hermano, no le discuten ni una decisión, y van en contra, bajo mandato, de aquellos que tienen las narices de hacerlo.

Se están tirando piedras contra su tejado. Cuando el dueño cierre la tienda irán a la calle, los pelotas y los contestatarios. Hasta que llegue ese momento estaré en mi derecho de hablarme con quien me de la real gana en mis ratos libres que no tengan que ver con asuntos de empresa.

A nivel profesional intento tratar con todo el mundo, no me chivo de nadie, no denigro a nadie, y, sobretodo, no puteo a nadie, cosa esta que los esquiroles no hacen. A nivel personal hablo a quien quiero, me tomo cañas con quien me peta, y me río con considero éticamente que es una persona correcta.

Todo esto lo hago porque tengo claro que mis compañeros de trabajo no son mis amigos. ¿A qué no es tan difícil de entender?