Discusiones... por Ángel Sánchez Díaz

23.04.2014 10:22

Desde hace unas semanas, en esta sección de “Pura Vida” se han publicado artículos sobre la manipulación a la que estamos sometidos para que nos posicionemos dentro de un bando u otro. El ejemplo en la entrevista a un ex militar nazi pone de manifiesto que muchos detalles se pasan por alto para que nos posicionemos en contra o a favor de lo que a unos cuantos les interesa.

Mientras tanto ¿Qué hacemos nosotros? Pues sobre todo discutir y solucionar los problemas de la sociedad a nivel local, nacional o incluso internacional en la tertulia del bar.

Divide y vencerás, es una frase bastante antigua atribuida al emperador Romano Julio César, y que ha servido a multitud de reyes, políticos, dictadores y fuerzas militares para ganar todo tipo de batallas e imponer sus condiciones. Hoy día esta táctica se sigue utilizando, y si cogemos cualquier periódico podemos observarla en multitud de casos, Siria, Ucrania, Venezuela, Egipto, etc… El pueblo dividido a favor o en contra de un dictador o gobierno elegido democráticamente.

Pero, ¿Quien lucha y pierde en estos conflictos? Siempre los mismos. El pueblo!!! No importa el número de vidas si se consiguen los objetivos pretendidos, por los que manejan estas situaciones.

Puede parecer que estas cosas solamente pasan fuera de nuestras fronteras, en países subdesarrollados, pero no es así, podemos observar que en nuestra propia ciudad nos enfrentan continuamente, últimamente policías contra manifestantes radicales, pero recordemos que los policías son parte del pueblo.

¿Cómo comienzan estos enfrentamientos? ¿Un loco, tal vez que lanza una piedra a los antidisturbios? ¿Insultos? ¿O son provocadas apropósito para tapar el objetivo principal de la manifestación y desviar la atención?. No importan las causas por las que los manifestantes protestan, ni que es lo que piden, un acto violento hace que los medios de comunicación al servicio del poder nos muestren la realidad de tal manera que cualquiera que acuda a una manifestación quede como un anti-sistema violento que agrede impunemente a esos policías que velan por nuestra seguridad, la del pueblo que se manifiesta.

El poder está perfectamente organizado y maneja con gran soltura todo tipo de situaciones adversas, ellos jamás se mancharan las manos, somos nosotros los que damos la cara, que sean policías o manifestantes los que se enfrenten, hinchas de un equipo contra otro, soldados defendiendo una religión, mercenarios derrocando un sistema político y asesinando iguales, eso si, enarbolando la bandera de la ONU para llevar la paz. En definitiva, en todos los casos es la gente del pueblo quien defiende los intereses de un partido político, una religión o una multinacional que pertenece a alguien que mira cómodamente desde su despacho, congreso o residencia el resultado de la disputa, y solo su conciencia puede quedar dañada por las miles de vidas que ponen en la lucha.

Por esto invito a todo el mundo a que ni siquiera entren en discusiones para defender unos colores, ideologías, políticas, etc… y mucho menos en agresiones.

Pero esto no siempre es fácil y se necesita templanza y sangre fría para no entrar en una discusión o disputa estando en la situación en la que nos encontramos actualmente. Por esto en el siguiente artículo se dan algunos consejos para evitar este tipo de enfrentamientos.

Como siempre sacad vuestras propias conclusiones:

COMO EVITAR DISCUSIONES

El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo sino el progreso. Todo el mundo sabe conversar, pero pocos lo hacen de forma correcta. Hay personas que sólo hablan de lo suyo sin importarle lo que pueden decir los demás y otras que tienen como única intención imponer su criterio, sin ningún respeto por las opiniones ajenas. De esta manera, lo único que consiguen es cansar a su interlocutor y ponerlo en su contra.


Hay que saber elegir el momento adecuado, sin nervios o en momentos de indignación o dolor. Habla con claridad y sé concis@, sin andarte por las ramas. No te remontes al pasado y concéntrate en el presente. El fin de toda conversación es lograr una buena comunicación, entendernos bien con los demás y llegar a un acuerdo mutuo. Es importante tener claro lo que queremos conseguir.

En ocasiones, iniciamos una discusión únicamente para expresar nuestro malestar o para herir. Discutimos por discutir, sin ningún propósito concreto. Si queremos llegar a un acuerdo, hay que evitar los sentimientos negativos.

Entenderse con los demás no siempre resulta fácil, sobre todo si la otra persona no se viene a razones. En estos casos, no basta con expresar nuestras ideas sin acritud, es necesario, además, resolver los posibles desacuerdos. Para ello acorta diferencias y queda en un punto medio.

Hay que tratar con educación y simpatía. Evita los juicios, las críticas y las acusaciones. Escucha con atención la conversación siempre te dará una estrategia valiosa que debes seguir para entenderte mejor y respetar los puntos de vista del otro, por muy equivocados que te parezcan, trata de no rechazarlos de plano.

Recuerda que un enfrentamiento no beneficia a ninguna de las dos partes.