El hombre bala y Amores de Sueño... por M. Yolanda Tejero

22.10.2015 22:20
Continuamos la semana y de nuevo Yolanda se asoma a nuestro blog. 
La ha costado, no creáis, cuando ella decida la conoceremos un poco mejor, pero paso a paso nos va ofreciendo todo lo que lleva dentro.
 
En esta nueva entrega nos deja otro micro-relato, bien dirigido a aquellos que buscan enriquecer su mente sin tener que embriagarse de largos textos y, por primera vez, quitando protagonismo a nuestros grandes autores, incluido Jesús, que de vez en cuado se asoman al "Diván del Poeta" nos impacta con unos versos intensos... unos amores de sueño...
 
Sin más, os dejamos con el Rincón de Yolanda... 
 
 

El Hombre bala

 

Aquel día, el Hombre Bala llegó tarde a la cita.

Siempre  puntual, sin embargo ese domingo el cañón se quedó esperando con la mecha encendida.  La casualidad hizo que el Hombre Bala, se pasara  por el supermercado del barrio. Vestido ya para su trabajo, compró lo imprescindible.


Cuando llegó a la  caja, tenía aquel extraño personaje delante de él. Levantó la mirada hacia la cajera y se encontró aquellos enormes ojos con un SOS dibujado en sus pupilas. El Hombre Bala miró al tipo y vio como  amenazaba  a la muchacha con una navaja. 

 

Con un movimiento ágil, se colocó el antifaz  y con voz profunda le ordenó que soltara el arma.

 

La chica cayó en sus brazos.  Desde entonces, no se separaron.  El amor y los buenos alimentos engordaron el contorno del Hombre Bala  que nunca volvió al cañón.

 

Pasó tiempo,  unos arreglos en su disfraz, unos zapatones y una bola roja por nariz,  bastaron para convertirle en  un triste payaso.

 

 

 

Amores de sueño

 

El hombre  en mi cama enciende un cigarrillo y...

Va quemando la vieja colcha

Mientras agujerea el tejido

yo voy sintiendo el aguijón caliente

Pinchando en cada una de mis viejas pecas

 

Las mujeres de negro que nos miran

se levantan de sus asientos

El se desabrocha de las sábanas....

No  dejo de mirarle y no

puedo escuchar su voz 

pero sus labios se mueven

 

Se acerca, roza mis manos con lentitud

con mucha intención ... y nadie,

nadie le ve ....

yo le siento y mi piel se trastoca

le miro y  no habla

 

Por la ventana veo el mar que araña un poco mas

El agua con espuma de olas moja la playa urbana

Allí  pasean a los  santos y santas de madera y yeso

Detrás las mujeres de negro les persiguen

formadas en digna procesión  muy despacio

hunden sus tacones en la húmeda  arena

 

 

El hombre que ha rozado despacio mis manos

se ha convertido en un viejo amante

y con descaro seduce a las mujeres de negro

mientras su mirada conversa con la mía

Me disfrazo de furcia y grito ,  desde su cama

le llamo pero no le nombro

En broncos alaridos mi boca pronuncia un nombre

Un nombre confundido.....