El último apache... por Antonio Cabrero Díaz

07.10.2016 00:38
Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.
Aquí estamos otra vez para certificar, pese a quien pese, que el movimiento es la clave para mantener una buena salud. La alimentación solamente es la gasolina que necesitamos para poder deambular por este mundo lleno de ratas y seres egoístas.
Los acusados por la fraudulenta utilización de  las tarjetas “blacks” están indignados porque los preferentistas les insultan a la entrada del juzgado. Alguno como Rato o Barcaj, en tono desafiante y chulesco, afirma sin pestañear que su uso fue legal porque era un complemento de su sueldo.
Los abogados de los acusados por la trama “Gúrtell” piden la anulación del juicio. El Partido Popular, demostrando sus ganas por regenerarse, pide lo mismo. Este partido es el que rige nuestros destinos. Compuesto por chorizos y ladrones lo más probable que todo lo hagan pensando en nuestro bienestar.  Como ganan elecciones porque la gente les vota están por encima del bien y del mal, vamos que pueden robar y matar con total impunidad.
En Turquía, su presidente se esta pasando las leyes y los derechos por el forro. Ha encarcelado y destituido a jueces, profesores, y demás ciudadanos sospechosos de colaborar con el reciente golpe de estado. Como es el tapón que utiliza Europa para que no entren los refugiados tienen carta libre. ¿Qué pasa en el mundo?, no lo sabemos, y qué nos importa.
Sin más, esperando que les guste y les disguste, les dejo con:
 
EL ÚLTIMO APACHE
 
“Eres un pesado, siempre estás con lo mismo”. Esta frase me la suelen espetar aquellos y aquellas cuando saco a relucir el tema de la Memoria Histórica. También me lo sueltan cuando explico la corrupción del sistema con los partidos políticos como principales protagonistas.
Hace tiempo que me cansé de denunciar el maltrato al que sometemos al planeta y a los seres vivos que lo habitan. Me he dado cuenta de que a nadie le importa una mierda si el aire, mares,  ríos, montañas y valles están contaminados mientras el verano aguante y tengan una terracita para tomar el sol y una cerveza.
Me sorprende la poca capacidad de discernimiento de los ciudadanos más preparados, a nivel educativo, de nuestra historia. Individuos que no conocen su entorno y lo que esta ocurriendo en él no me parecen a mí de lo más preparado, a no ser que su objetivo sea acabar de mutantes en un museo virtual.
Desde mi punto de vista nunca se había llegado a un nivel de control mental como el que han conseguido las élites a día de hoy. Han logrado que nada importe, y que no queramos que las cosas sean feas o malas. El hecho de apartar al que sufre y denuncia, y de demostrar que uno es feliz a todas horas ha enterrado la lucha de clases, y ha dado vía libre a los canallas para que cometan todo tipo de tropelías.
La protesta en la calle ha desaparecido mucho antes del 15M. Esta estuvo dirigida por los grupos de poder que lo controlan todo al milímetro. Si dejamos a la gente que demuestre su indignación, le proyectamos programas de televisión de denuncia, y les convencemos de que hay izquierda y derecha, se creerán que viven en una democracia.
A la mínima que ven peligrar un pequeño porcentaje de sus ganancias utilizan un ardid para que esto no suceda. El último no se llama “El Intermedio” o “La Sexta”, se llama “Podemos”. Creado en la Complutense de Madrid por Jorge Vestringe, un fascista de toda la vida, y financiado por un gran medio, ha conseguido, en menos de cuatro años, acabar con las mareas ciudadanas que protestaban por los recortes. “Como los nuestros están en las instituciones ya estamos representados y no hace falta movilizarse”.
Esto ya pasó en 1982 con el PSOE y Felipe González. La intención fue destruir la lucha vecinal y obrera que se organizó en los barrios de las grandes ciudades. La historia se repite. Lo sabemos y no podemos hacer nada. Por este motivo tengo la certeza de  que un día cederé y me convertiré en una oveja más del rebaño, si no lo soy ya.
Recientemente me decía un compañero de trabajo que yo nunca cambiaré. Esta seguro de que no me voy a bajar los pantalones, hacer la pelota al jefe, la cama al compañero, y que mantendré la dignidad por muy mal que me vayan las cosas. Le contesté que me siento como el último Apache.
¿Saben ustedes lo qué le pasó al último Apache?, pues que harto de luchar contra el poder aceptó un trato justo para su pueblo. Fue traicionado por los defensores de la democracia y el progreso, y, cómo no, exterminado y aniquilado. En ese punto me encuentro. Dentro de la piel de Gerónimo. Dispuesto a pactar aunque sepa que me van a traicionar. Sintiendo que tarde o temprano caeré por muy bruto que me ponga.