Gustavo Redondo: De vacaciones… nada! y batalla… mucha en la sala Costello!... por Alberto Bardera Díaz

Hola a todos en esta nueva semana.

Comenzamos la semana con la crónica de cosecha propia del concierto de nuestro paisano Gustavo en Madrid presentando con banda su primer disco en solitario. La mitad de Pb Agujúo estuvo allí y es de recibo contarlo para todos aquellos que nos siguen... Fué una tarde-noche divertida y de muy buen rollo, ideal para disfrutar de unas cervezas, musiquita en directo y ver a los amigos y a muchos paisanos que se dejaron caer por la sala... y es que ver a este artista y más siendo del pueblo, siempre merece la pena... y es que encima es buen músico y buena gente... Así fué y desde nuestra perspectiva, así se lo contamos.

 
Bonita noche la del sábado pasado en el centro de la capital. Siempre es agradable darse una vuelta por esa zona y rememorar otros tiempos que parecen algo lejanos ya para éste que escribe, recorriendo esos lugares emblemáticos donde muchos colegas de los Me Mata y bastantes allegados, nos juntábamos a tropel saboreando unas cuantas cañas madrileñas.
 
No voy a negar que el día 15 de octubre me costó mucho salir de la madriguera, pero aún teniendo dudas, creo que la ocasión lo merecía. Una noche de buena música era lo único que me apetecía, así que tras saborear unas cervezas en el Restaurante “Ciudad del Tuy” de nuestro viejo amigo Gil, acudimos a la coqueta y pequeña SalaCostello con el fin de ver a un buen colega, y sobre todo paisano, que debutaba en directo, en solitario, en la capital.
 
Con un retraso de más de 30 min, como hacen los grandes iconos de la música, Gustavo hizo presencia en el pequeño escenario al final del túnel psicodélico, para sin más preámbulos ni alardes, comenzar a desgranar su refinado y pausado primer disco en modo eléctrico. 
 
Hace unas semanas me comentó que si acudía a verle, seguramente me sorprendería ,cosa que, perdóname Gus, no las tenía todas conmigo, ya que tras escuchar en diversas ocasiones su nuevo trabajo en éste último año, no veía muchos recovecos de cómo podía plasmarlo en vivo de tal manera que nos hiciera pasar un divertido rato y con un cierto aire rockero, cosa que siempre es bien agradecida.
Pero amigo, la verdad es que lo conseguiste…y tras un breve saludo comprobando el lleno en la sala, que siempre tiene muchísimo mérito a pesar de ser pequeña, comenzaron los primeros acordes de “La última visita”, evidentemente, de ese primer disco en solitario, guisado a fuego lento por él mismo, y denominado  “Vacaciones en el campo de batalla”.
 
El show comenzó lento, pero hay que decir que sin “Falta de equilibrio”, 2ª tema, pero  poco a poco, como saboreando un buen vino esperando una suculenta cena, el excepcional impulso que recibió de sus 2 geniales músicos que le acompañaban, hacía presagiar que la tranquilidad de ese momento se transformaría a medida que avanzaba el concierto… como así fue con “Kilómetro 0” o la bella y sutil “LIbertad”.
No quiso dejar escapar la oportunidad de hacer un guiño a su hermano, allí presente, al entrelazar algunos de los temas de Los Pedales, como la para todos conocida “La máquina del tiempo”, donde ya el ritmo del concierto pegó un giro de casi 180 grados.
 
La excelente instrumental “Diecisiete” sirvió de intro al igual que en el disco a “Partido piloto”, la cual sonó, para mi gusto de forma muy diferente al sonido de estudio, donde el excelente estilo de Gustavo con la guitarra fue un preludio del cambio de registro que de forma definitiva llegó con “Domador”... dosis de riff acompañados por la clase de Pascual “aporreando” cada vez con más intensidad la batería seguido por el buen hacer de Ricardo en el bajo.

"Collage" del show del sábado de Gustavo

El descanso merecido de sus 2 compañeros dió paso a su momento acústico… con la primorosa versión a guitarra de la bonita canción instrumental “Octubre”, interpretada a piano en el disco y seguidas de otras 2 canciones muy conocidas de su nostálgico pasado con Rodolfo… destacando sobre todo “Señorita”, donde uno se acordó deaquellos tiempos en la Plaza de toros del pueblo en septiembre de 2007 cuando la meta de Gus no iba más allá de seguir mejorando para cumplir sus sueños. 
Y sí, llegó el final…y desde luego que fué abrumador y sorprendente, caña a tope a golpe de “guitarrazos” que me hicieron recordar al Gustavo seguidor de Los Enemigos o Extremoduro, con el temazo de Los Pedales “Me vendiste (la moto)”... que sonó simplemente, de fábula, culminada por su canción más conocida y pegadiza de ésta nueva andadura en solitario… “Desierto”.

Increíble sonido en la Costello, grandísima calidad musical en el escenario y excelente voz que tapaba con creces la excesiva timidez de nuestro paisano tras estar más de 4 años sin tocar en directo… 

Definitivamente… De vacaciones, nada… todo un triunfo en esta singular batalla !!!

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