Haciendo deporte como locos... por Antonio Cabrero Díaz

27.05.2016 18:38

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez preparándonos para las próximas fiestas de Aluche, las cuales han recuperado su nombre. Es evidente que los ayuntamientos formados por ciudadanos independientes intentan, dentro de lo que las multinacionales les dejan, ser un poco más justos y considerados con sus vecinos.

Ya solo falta que Ahora Madrid cumpla su promesa electoral de cambiar el nombre del parque, el cual los vecinos llevamos años pidiendo que se denomine Parque Aluche. Actualmente lleva el nombre de un asesino, Carlos Arias Navarro, más conocido como “el carnicerito de Málaga”, él cual años atrás firmó más de 4.000 sentencias de muerte en esta ciudad, sin juicios y en nombre del fascismo.

El panorama se presenta difícil para los que queremos que el mundo sea más humano y se reparta un poco la riqueza. Por este motivo ante la inminente convocaría electoral del 26 J, pese a quien pese, la única opción que tenemos los “oprimidos” es la de votar a UNIDOS-PODEMOS. Qué triste pero que cierto a la vez. Es lo que hay, no queda otra.

NO DEJEN DE COMPRAR EL LIBRO “SOMOS COCA COLA EN LUCHA”, nuestra aportación es necesaria para que David siga peleando contra Goliat. Si ganan los trabajadores, ganamos todos. Se crearía un precedente que podría tumbar jurídicamente la vergonzosa reforma laboral aprobada por el PP, y respaldada por el PSOE con la reforma del artículo 135 de la constitución.

Sin más, esperando que les guste y les disguste lo escrito, les dejo con:

 

 

HACIENDO DEPORTE COMO LOCOS

 

 

De un tiempo a esta parte al ciudadano de las grandes urbes le ha dado por hacer ejercicio físico de manera compulsiva y peligrosa. En las últimas maratones disputadas en Castellón y Gijón hubo cuatro muertos, y en Sevilla alguna desgracia que otra más.

Muchas de las personas que me rodean han visto la tele, se han comprado el equipo de última generación, se han abierto un perfil en face book para contarlo todo (esto es lo más importante), han decidido que su cuerpo no tiene límites y que el ejercicio llevado al máximo esfuerzo les asegura una vida saludable y casi inmortal.

El hecho de cumplir treinta años nos asusta. Pasamos de jóvenes a ser adultos, con lo que esto conlleva. Pero cumplir cuarenta es lo peor que nos podía pasar. Es el muro del declive, del ocaso y la degradación. ¿Qué hacer ante este drama?, ¿cómo solucionarlo?, ¿cómo ser joven eternamente?, ¿qué hacer para estar mejor que los propios jóvenes?, ¡ejercicio a saco!

No vale pasear por el parque. Tampoco es válido nadar un poco en la piscina, jugar al tenis o echar una pachanga con los amigos, o montar en bicicleta en tu pueblo o por el carril bici más cercano de tu barrio. Hay que darlo todo para ser un hombre o mujer de acero, lo que los modernos y nuevos deportistas llaman ser un IRON MAN.

El personal se inicia en esto del deporte pasada la treintena, y no lo hacen de forma graduada como indica uno de los principios básicos del entrenamiento (incremento paulatino de las cargas), se apuntan a clases de crossfit o entrenamiento funcional (antiguo entrenamiento militar), o a spinning (sentarse en una bici para no moverte del sitio sudando la gota gorda), cinco días a la semana, una hora o más al día. El fin de semana lo emplean en participar en pruebas de ultra fondo porque las normales (maratón, media) se les han quedado cortas.

Llevo entrenando más de ¡treinta años! He hecho atletismo, natación, ciclismo, fútbol, baloncesto, musculación, y lo que parece que se ha inventado ahora, triatlón (natación, bici, carrera), y nadie se ha enterado. He corrido maratones y medias maratones cuando éramos cuatro, y si rastrean las redes nunca encontrarán un documento gráfico en donde aparezca en prueba deportiva alguna.

Con el paso de los años, debido a las lógicas lesiones y el deterioro del cuerpo, he bajado el tiempo y esfuerzo en mis entrenamientos, acercándome a lo que indican los parámetros de lo saludable. Justo lo contrario que hace todo aquel que, teniendo una edad, empieza en este recomendable mundo de la actividad física y el entrenamiento.

Lo más sano para nuestro organismo es hacer ejercicio entre tres y cuatro días a la semana, y nunca superando los cuarenta minutos por sesión. Pero es más saludable aún lo que hice el pasado viernes. Iba camino del gimnasio a hacer unas pesas y me encontré a un colega, el cual me invitó a una caña. Y así, caña a caña, dejé la mochila en la silla de una terracita, y cambié mi entrenamiento por unas cervezas y unas buenas tapas, y no pasó nada, ni se acabó el mundo, ni se murió nadie. Ven qué fácil es hacer las cosas bien.