Hago lo que los demás no se atreven... por Antonio Cabrero Díaz

28.10.2016 08:52

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez para desmentir que es necesario un gobierno para España. Llevamos más de un año con un en funciones que aprueba leyes y no da explicaciones. La mayoría de sus decisiones son beneficiosas para las pocas familias que se llevan casi todas las ganancias.

No se preocupen y duerman tranquilos. Tampoco se agobien por los resultados de sus análisis clínicos. La diferencia entre una persona que tiene hábitos de vida saludables y la que no es mínima. Creo que, según un gerontólogo de alto prestigio, es de dos años más de vida.

La vida real no es la que nosotros vivimos y espero que esto dure muchos años. La mayoría de la población mundial la pasa canutas, sin comida, sin casa, y soportando guerras continuas que les destrozan. Nosotros no queremos eso para los nuestros así que aprovechemos el momento, como el avestruz, y miremos sin pudor para otro lado.

La gente no sabe todavía lo que es un CIE. El de Aluche, al cual llevo años denominándole “Guantánamo de Aluche”, se ha hecho famoso por el motín de la semana pasada. Una vergüenza más de nuestra modélica democracia. Preocupación que ahora se quieren apuntar los de IU-Podemos, cuando las asociaciones vecinales del barrio y los jesuitas llevan años pidiendo su cierre.

Me pide el organizador de PB Agujúo que haga una entrada para una foto de unos manifestantes de coca cola en lucha. No la voy hacer. Primero porque no me da la gana, segundo porque no me parece auténtica, tercero porque dije que no pensaba ir a ninguna manifestación más que no fuera la de mis ideas, y cuarta, y última, porque he decidido pelear por lo cercano, o sea, yo y el que este a mi lado y se lo merezca.

Sin más, esperando que les guste y les disguste lo escrito, les dejo con:

 

HAGO LO QUE LOS DEMAS NO SE ATREVEN

 

Hay un código no escrito dentro de las relaciones sociales que es la prudencia. Esta indica que aunque no aguantes a la persona con la cual te estas relacionando debes interpretar el papel de oidor, hacer que le escuchas como si te importase lo que le ocurre y lo que te dice.

A la persona que no sigue estas pautas de falsedad extrema le suelen tildar de asocial, bestia y maleducado. No se puede ser sincero y actuar en consecuencia. Es una postura que esta totalmente fuera de lugar en la era de lo miles de amigos vía pantalla táctil.

Afortunadamente todavía queda alguien con los arrestos suficientes, que se alimenta de la certeza de su mortalidad, que se pasa esto por el forro de sus entretelas. Cualidad, la de la valentía, que no se tiene para competir, sino para vencer el miedo a convertirse en un hipócrita de mierda como el resto.

Hay gente que tiene una manera de actuar alejada del compañerismo. Hay personas que piensan que su comportamiento egoísta y malo no va a tener consecuencias. Se escudan en unos convencionalismos sociales que anulan todas las respuestas éticas y morales que ha perdido el ser urbano bajo el manto de la superficialidad.

Muchos pueden pensar del que es claro y actúa en consecuencia que es cruel. Para mí lo realmente cruel, por ejemplo, es estar con alguien hablando y sonriendo y a la primera oportunidad que se te presenta ponerle a parir. Si alguien no te gusta díselo a la cara, o algo más sencillo, no te relaciones con él, estás en tu pleno derecho.

Son muchos años intentando ser diplomático pero no lo consigo, no me sale. Me propongo sonreír al jefe, que me esta puteando en el trabajo, pero no puedo. Cuando veo a un trepa a mi lado una fuerza no estudiada me hace irme a marchas forzadas, y no quererle ver ni en pintura.

Pongo todo de mi parte para no decir lo que pienso este con quien este, y donde este. Un impulso irrefrenable me hace hablar, dando mi más sincero y humilde punto de vista, sin pensar si le va a gustar a la persona que esta enfrente de mí, y si me va costar caro o barato.

Lucho por tener relación con aquellos conocidos que para mis valores no son legales. Es acercarme y empezar a dolerme el estómago. La digestión se me corta y opto por huir lo más remoto posible que mi educación me  permite.

Entiendo que la gente, la que tiene agallas, haga lo mismo conmigo. Con el tiempo me he afirmado en mi idea original de no querer gustar. Con los años he llegado a la conclusión de que tengo muchos defectos y los demás no tienen porque aguantarlos, pero que también tengo una gran virtud, problemática para unos, dignificante para otros, decir y hacer lo que los demás no se atreven.