La misión... por Antonio Cabrero Díaz

14.07.2017 10:32

Hola amiguitos de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez para asegurarles que la televisión hace muy bien su trabajo. Pude comprobar el fin de semana pasado como algunos de mis amigos se habían aprendido muy bien la lección.

Dos temas fueron los más tratados, Venezuela y el equipo de gobierno del ayuntamiento de Madrid, Ahora Madrid, con Manuela Carmena a la cabeza.

El mundo para un español medio gira entorno a Venezuela. Este país está gobernado por Nicolás Maduro. Su partido ha ganado tres convocatorias electorales consecutivas. Creemos que hay dictaduras muchos peores, sin negar que esté llevando al país a una gran crisis, y sanguinarias de las cuales no recibimos ninguna información.

Sin alejarnos tenemos a Marruecos. Hoy no voy a hablarles de China y Arabia Saudí, en donde por ejemplo no existen procesos electorales. Nuestro vecino se salta todos los derechos humanos por el forro y hace lo que viene en gana con el pueblo saharaui, ¿por qué no sale día sí y día también en los informativos?

En el ámbito local todo se centra en Manuela Carmena. Todos los telediarios y, sobretodo, los de las televisiones públicas, abren su editorial con algún desmán inventado de Ahora Madrid. Incluso hay gente que me ha dicho que la culpa de no suspender el Mad Cool, por la muerte del acróbata, era del ayuntamiento, en el colmo de la ignorancia.

Sigan así. Lo están haciendo muy bien. El ejército de tontos desinformados, que es mayoritario, cometerán elecciones incorrectas, les apoyarán, aunque vaya en contra de sus propios intereses, para que gobiernen de por vida.

Sin más, esperando que les guste y les disguste, les dejo con:

 

LA MISIÓN

 

El comando “las siete villas” no podía permanecer quieto ante la injusticia que se había cometido. A una peña de toda la vida, por un error ajeno a sus componentes, la querían echar de un local que llevaban pagando durante años.

Muchos son los miembros que componen esta no asociación. Ese fin de semana en concreto, entre peñista, no peñistas, y  conocidos, eran siete los que estaban dispuestos a jugarse el tipo para denunciar una situación del todo injusta.

El sábado por la mañana los ánimos estaban calmados. Todo sucedió muy rápido. A la caña número diez se decidió hacer lo que era necesario. El plan fue improvisado. Había voluntarios de sobra, pero los mencionados anteriormente eran suficientes.

En toda misión es fundamental que los protagonistas queden en el anonimato. La idea de ponerse nombre de pueblos de la zona fue muy acertada. Al cabo Sotillo, especialista en este tipo de acciones, fue al que se le ocurrió. No hay nada como conocer mundo para que tu pueblo sea un mero patio de recreo para llevar a cabo un asalto.

Sotillo, Navalosa, Mijares, La Villa, San Esteban, Ramacastañas y Arenas estaban preparados. A la una de la noche, cuando las cotillas estuvieran dormidas, se ocuparía la nueva vivienda del cacique del pueblo. Habría peñistas que grabarían el momento, y otros que vigilarían por si había que dar “queo”. Nada estaba improvisado.

Decididos y envalentonados por el alcohol, sin pensar en las consecuencias, fueron hacia el inmueble. Una vez que llegaron se toparon con la primera dificultad, había que saltar una valla. Las puertas como es lógico estaba cerradas.

Uno a uno fueron pasando la altura hasta que el camarada Arenas se trabó. No hubo más remedio que ayudarle. Su estado de forma quizás no era el más adecuado para este tipo de operaciones. Al final, con mucha ayuda saltó.

Una vez dentro, con la victoria en todo lo alto, una bomba fétida del camarada Navalosa casi arruina la operación y acaba con el camarada Ramacastañas. Aguantaron lo que pudieron, denunciaron, al grito de “patrón cabrón queremos una habitación”, el atropello, y saltaron para volver a lo que mejor se les da, tomar cervezas.

Por una vez en Pedro Bernardo se hizo justicia, las conciencias se movieron y la gente se unió. Se demostró quela peña unida jamás será vencida, y que no hay nada mejor contra la depresión que unas copas, unos amigos, un poco de rock and roll, y una noche de acción.