La muerte siempre está cerca... por Antonio Cabero Díaz

11.04.2014 00:00

 

El actual presidente del gobierno de España dijo en un mitin reciente que doce millones de personas votan a su partido. Añadió que de tal cantidad de masa social que les apoya no pueden ser  todos tontos como los que han llevado a la ruina a este país quieren hacer ver.

Al escuchar esta afirmación me quedé parado, luego pensé, ¡pues sí!, son tontos igual que pareces serlo tú. Después de las moscas la especie más abundante son los tontos. Y por supuesto que es posible que doce millones de tontos voten al actual partido en el gobierno, y otros tantos voten a los que están en la oposición.

Hay que ser muy tonto para reafirmar en el poder a aquellos que día a día te van restando derechos, te van exprimiendo como a un limón, y que además se ríen en tu propia cara saltándose las leyes que ellos mismos crean y nos obligan a cumplir.

No quiero pensar lo que me ocurriría si me parase un agente del orden, yo hiciese caso omiso, y en mi huida atropellase su vehículo. Bueno si lo se. Este ejemplo confirma que tenemos lo que nos merecemos, y que los representantes políticos que nos dirigen son el reflejo de nuestra sociedad, la cual esta muy cerca de la inmoralidad, y muy alejada de la honradez.

Nada de lo que hacemos sirve para nada. A través de sus leyes, de sus medios de comunicación, y de sus órganos de poder nos amordazan y nos silencian. Nos queda la utopía, ese ente abstracto que intentando alcanzarlo nos hace dar pasitos cortos que nos llevan a trazar y recorrer un camino.

Hay una frase que llevo repitiendo desde que soy un niño, “a mi estos cabrones no me van a deprimir”. Con esto quiero decir que por muchas leyes opresoras que nos impongan, y por muchas injusticias que cometan nunca me van a quitar las ganas de pasármelo bien disfrutando de las cosas que me gustan. Actitud esta que recomiendo que se impongan por costumbre todos aquellos que están leyendo estas líneas.

Sin más, soñando que el miedo deje paso a la esperanza, y esperando que les guste, y que les disguste, les dejo con:

 

LA MUERTE SIEMPRE ESTA CERCA

 

A Javi “rosqui”, buena gente que camina, y amigo de toda la vida. Desde este blog le mandamos nuestro apoyo para que asuma la situación que le ha tocado vivir y siga con su discurrir vital.

¡ÁNIMO, FUERZA Y ADELANTE!

 

“When I wake up this morning,

I got myself a beer,

The future is uncertain,

The end is always near”.

Este párrafo pertenece a una canción de The Doors. En este estribillo final viene a decir que el futuro es incierto y la muerte siempre esta cerca.

Desde muy temprana edad he analizado el tema de la muerte. A través de libros, a través de la música, y de diferentes disciplinas educativas, he reflexionado sobre nuestra inevitable desaparición. El hecho de su ocultamiento ha influido de manera muy intensa en mí para pensar en ella.

La sociedad del éxito aparta lo que no es perfecto. ¿Qué es lo perfecto?, pues aquello que se rige por los cánones de la belleza del consumo. Cuerpos diez y vidas de diseño son los verdaderos protagonistas en los países desarrollados.

Las personas enfermas, los individuos que tienen alguna discapacidad, o que simplemente no son guapos, quedan fuera del circuito y son tapados e ignorados.

En un mundo en donde solo hay sitio para lo artificial con el único objetivo de obtener un máximo rendimiento la muerte no recibe ningún protagonismo. En su estrategia de perpetuar su dominio entra el hecho de hacernos creer que somos inmortales y que vamos a vivir un mínimo de ochenta años. Un modo sencillo de que hagamos lo que nos dicen y de vivir a su dictado cumpliendo todas sus normas y requisitos.

La realidad demuestra que somos seres humanos que vamos a morir, y que esto puede suceder en cualquier momento. Esto que puede provocarnos ataques de pánico y sudores fríos debería abrirnos los ojos y hacernos reaccionar.

¿Qué sentido tiene estar toda la vida trabajando para alcanzar unos bienes que aquí se van a quedar?, desde mi punto de vista, ninguno. ¿No sería más lógico intentar disfrutar lo máximo posible haciendo lo que nos gusta?, desde mi modesta opinión, sí.

Perdemos nuestra existencia peleándonos con la gente que tenemos alrededor por estupideces, llegando incluso a enfadarnos y padecer de manera absurda. A la vez luchamos sin descanso por superar a nuestro vecino en todo aquello material que hace que unos sean más que otros. ¿No sería mejor centrarse en uno mismo y olvidarse de la vida de los demás?

Cuando la muerte golpea nos anula. Si esta se lleva a alguien joven, a alguien que, según una ciencia exacta que se han inventado los dueños del cortijo, nunca le debería pasar, nos asusta aún más si cabe, porque es entonces cuando realmente nos damos cuenta de que a nosotros también nos puede tocar.

Hace un par de noches soñé con mi madre, estábamos hablando como lo solíamos hacer habitualmente. En el sueño palpé nuestra complicidad y nuestro cariño. Al despertar me sentí muy mal porque ella ya no está, pero sobretodo porque confirmé la certeza de que nunca más volveré a verla.

Soy el primero al que la desaparición de alguien querido le duele, pero también soy el primero en entender que las cosas son así, y que solo hay dos maneras de encarar esta situación, una aceptándola, y otra no.

Pienso que la enfermedad y la muerte hay que enfrentarlas con valentía. Sé que es difícil, y que es complicado no tener miedo, pero no queda otro remedio. No conozco a nadie que no se haya muerto o que no vaya a morirse.

Tengo miedo a desaparecer y dejar de existir para siempre, pero también lo tengo a no morirme y a vivir eternamente. Ambos casos me producen angustia  y desazón, como a todo ser humano que una vida cómoda le deje tiempo para pensar en ello. Pero esto no quita para que luche por elegir la inteligente decisión de asumirlo.

Desde este blog quiero animar a todos aquellos conocidos y desconocidos a que hagan lo mismo. Quiero que no se agobien, que entiendan que nada se puede hacer al respecto, y que hasta que estemos por aquí lo mejor que podemos hacer es pasarlo lo mejor posible.

Lo más sensato es evitar todo lo que no nos aporta nada positivo y centrase en realizar aquellas cosas que nos hacen sentir bien a nosotros y a los demás. Sé que esto es complicado, y yo soy un ejemplo de ello, pero se puede intentar, y lo más esperanzador, se puede lograr.

A todos los que tengáis familiares enfermos de gravedad os aconsejo que lo aceptéis, que lo entendáis, y que luchéis con todas vuestras fuerzas para que la vida del paciente y la vuestra sean lo más dignas y menos dolorosas posibles.

A los que hayáis perdido a alguien querido os invito a recordar los mejores momentos vividos con el que ya no esta, y a no olvidarle nunca, pero también a pensar que la vida debe seguir su camino hacia delante.

Yo por mi parte estoy siendo consecuente. Intento hacer lo que más me gusta, y ayudar a todo el que creo que se lo merece. Sé que estoy de paso, que no voy a durar eternamente, pero hasta que llegue mi hora intentaré no deprimirme, tomarme unas cañas con los amigos, y escuchar y bailar un poquito de rock and roll.