La vereda del Risco, un camino por marcar y para "enmarcar"... por Alberto Bardera Díaz

21.05.2014 00:00

Hola a todos y feliz semana... Hoy quisiera pedir un pequeño favor a nuestros amigos de "Siempreviva". Tras la demostración contínua de actividades por su parte, y las que vendrán, les pido desde aquí dar un pasito más en su labor cultural y de promoción del patrimonio de Pedro Bernardo.

El pasado puente de mayo, uno de los más variados que he pasado en los últimos años, ya que salí varias veces de los bares para hacer otras cosas, me decidí una mañana, acompañado por mi hermano Wayne a subir al Risco de la Sierpe. Buff, hacía años que no subía, y él me animó a descubrir, con el coche, un nuevo camino que se ha limpiado, muy bien por cierto, que sirve de alternativa a la subida que todos conocemos y que parte desde el bonito merendero que se encuentra cerca de la fuente de la "Pingolilla".

Justo desde aquí, sale un camino que muchos de nuestros amigos del club ciclista de Pedro Bernardo conocerán, pasando la casa de la luz a la izquierda. Desde ese momento comienza un serpenteante recorrer, con cada vez unas vistas más deslumbrantes, en contínua ascensión, que con muy buen piso, algo de baches y casi sin piedras, nos lleva hasta la salida de los parapentes al lado de la vereda que lleva a la cima del Risco de la Sierpe... el lugar de nuestro idílico destino.

Desde aquí, tras aparcar el coche nos dirigimos al paraje, sin duda, más bonito y singular de cuanto tenemos en nuestro pueblo. Trás el comienzo de la ruta, retamas trás retamas, suciedad trás suciedad y un montón de piedras... nos despistamos del camino (parece mentira)... claro, no se encuentra indicado... te desorientas y cuando te quieres dar cuenta no puedes volver para atrás y tu mirada ya no logra ver ni de donde saliste ni a donde te diriges, pues el poste que se erige como bastión de la Sierpe se pierde entre la maleza. A duras penas y disfrazándonos de Frank de la Jungla conseguimos llegar a la meta, cuyas vistas hacen olvidar el pequreño traspiés y la pureza del ambiente nos hizo tumbarnos y relajarnos en lo más alto durante más de media hora... ahí si que eché de menos la cerveza resaquera y un buen montadito de jamón o tortilla...

Al comenzar el regreso, comentamos que creíamos que alguién había dejado marcas, para evitar despistes... y efectivamente así es... bendito sea aquel o aquellos que en su momento tuvierion la brillante y trabajada idea de iluminar el camino para facilitar un rápido regreso... en tan solo 10 minutos desde el mirador nos encontrábamos en el coche, gracias al viejo truco de dejar piedras en el camino, aunque en este caso más bien era realizar divertidos montículos de piedra, cual exposición de nuestro artista Javier Gómez, que por su originalidad y punto estratégico de colocación nos allanó la vuelta.

Para finalizar, creemos, es más, estamos seguros de conocer que el ayuntamiento tiene guardadas estacas o balizas de señalización de madera, que han sobrado de otras ocasiones al señalizar otras rutas, por tanto, os pedimos amigos de Siemprevia que se organice una actividad de señalización como dios manda de nuestra preciosa ruta de llegada al Risco.... para que se pueda publicitar con calidad y todos tengan el privilegio de sentir el mundo a sus piés, que es lo que sin dudarlo valoras cuando llegas a tal lugar... seguro que a todos sus Socios y simpatizantes esta acción les parecerá una verdadera aportación a toda vuestra ya extensa lista de actividades "cuchareras".

 


Imágenes de la llegada al Risco y vistas de Pedro Bernardo

 

 

Los montículos de piedra de nuestro "amigo anónimo"... muy agradecido