Lo que me pone de los nervios... por Antonio Cabrero Díaz

17.07.2015 20:20

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

 

Aquí estamos otra vez demostrando que el calor no puede con nosotros. Tampoco puede la uniformidad y la injusticia que nos rodea. Y ni mucho menos, la estupidez y la memez reinante. Las  vacaciones no van con nuestra manera de ser. Fantástico invento del capitalismo para tener a la población todavía más controlada.

La Comunidad de Madrid, gobernada por el PP con el apoyo de ese partido, que cada día que pasa se le ve más el plumero,  llamado ciudadanos, ha decidido que Telemadrid es una televisión fantástica que no hay que tocar. Por este motivo, hasta que no pasen las generales del próximo invierno, han decidido permitir la manipulación informativa que domina esa cadena y el declive de la misma hasta que los índices de audiencia lleguen a cero. Un ejemplo de renovación y nuevos tiempos para la política de siempre, desde luego.

Por otra parte, parece ser, que hay muchas personas que al entrar en este blog, y ver mi sección, y leerla, se ponen de los nervios. No les gusta nada lo que aquí escribo. Cosa esta totalmente respetable, y para la cual hay una sencilla solución, no entrar, o, entrar y no leerla.

Esta página ofrece mucha información diferente, simplemente hay que seleccionar lo que a uno le guste, y esto no tiene que ser necesariamente Libertalia. Por este motivo, sin más, esperando que les guste, y que, sobretodo, les disguste, les dejo con:

 

LO QUE ME PONE DE LOS NERVIOS

 

A la gente le puede molestar que le digan las verdades a la cara, o, simplemente, que les den un punto de vista independiente y libre. Yo respeto a los demás, o lo intento. Hago un esfuerzo por entender que hay opiniones contrarias a las mías, y que las mías no son las mejores, ni representan la verdad absoluta.

Esto no impide que no soporte conversaciones ajenas, las cuales me aburren y me cabrean. Entiendo que para muchas personas sea un tema de transcendental importancia el hecho de que un portero de fútbol, que gana más de 12 millones de euros al año (han leído bien, 2.000 millones de las antiguas pesetas), abandone su club de toda la vida. Pero para mí es mucho más importante que a un trabajador de 63 años le echen del trabajo a punto de jubilarse, después de haber trabajado toda la vida, y le quede una pensión ridícula.

Al escuchar el absurdo debate de Casillas entre las personas que me rodean no puedo evitar la tentación de tildarles para mis adentros de estúpidos. Mientras, me viene a la mente la empresa INDRA. Gran entidad que piensa aplicar un ERE por el cual 1.800 personas van a ir a la calle, por el simple motivo de la codicia de quienes les dirigen.

Pero esto la gente no lo sabe. No conocen este futuro drama de casi dos mil personas porque están más preocupados de un portero, al cual que le importa una mierda lo que a ellos les pase. Esta injusticia es ajena para ellos porque otro tema principal, el estar gordo o no, ocupa todas sus neuronas y todos sus desvelos.

Me pone muy nervioso que la gente no duerma si le han dicho a modo particular que están más gordos o más delgados. No aguanto esta obsesión, que esclaviza al ciudadano del primer mundo, y que provoca que siente pena por el que está pasado de peso, y que incluso sienta un poco de asco.

Estoy hasta las narices del colesterol, y por esta razón, desde aquí, hago campaña para que la gente llegue a 300 (como la película) e incluso los supere, para que los listos, que no nos cuentan la verdad de su función principal, dejen de ganar dinero a espuertas.

Me cansan los nuevos deportistas. Ahora todo el mundo hace deporte, y además a saco. Han descubierto las series, el entrenamiento militar (suena más fino crossfit), la maratón, triatlón, y demás ultra carreras. Esto va a provocar que después de más de treinta años practicando diferentes deportes, y realizando múltiples actividades físicas, abandone y me tire a la bartola.

Me cabrea que el personal hable de Manuela Carmena, de Grecia, o del cambio climático, sin tener ni pajolera idea. Sus opiniones son veraces y absolutas, y están avaladas por los medios de comunicación,  los cuales no están manipulados y son totalmente independientes. Los documentales también son grades fuentes de sabiduría, porque como todo el mundo sabe, estudiar años y años, y documentarse utilizando una amplia bibliografía no sirven para nada.

Como han podido leer yo también me pongo de los nervios ante la estupidez que nos invade. Soy humano, y no aguanto a los tontos que se creen listos, y, mucho menos, a los listos que apoyan a los que hacen el mal. Estos, sin duda, son los peores, porque son más malvados aquellos que no denuncian las maldades que quienes las cometen.

En el fondo no soy tan distinto al resto. Yo diría que me parezco bastante a los que no soporto. Pierdo los estribos igual que ellos, y me dan ganas de cortar cabezas al igual que les pasa a ellos. La única diferencia, creo yo, es que al final, yo siempre antepongo las personas a las ideas, por muy malas que estas sean.