Manchester de luto, Libia de luto... pero menos... por Antonio Cabrero Díaz
Hola amiguitos de PB Agujúo.
Aquí estamos otra vez para hablarles del PSOE (no todo va a ser pedir que el PP se vaya de las instituciones) y de su nuevo secretario general, Pedro Sánchez. Nuestra opinión es la siguiente:
CUERVO INGENUO
Tú decir que si te votan. /Tú sacarnos de la OTAN. /Tú convencer mucha gente. / Tú ganar gran elección. / Ahora tú mandar nación. /Ahora tu ser presidente, / decir que esa alianza/ ser de toda confianza, / incluso conveniente. / Lo que antes ser muy mal, / permanecer todo igual, / hoy resultar excelente. / Hombre blanco habla con lengua de serpiente… Cuervo Ingenuo no fumar la pipa de la paz con tú por manitú.
Tu no tener nada claro/ como acabar con el paro, / Tú ser en eso paciente, / pero hacer reconversión, / aunque haber grave tensión. / Tú actuar radicalmente. / Tú detener por diez días/ en negras comisarias, / donde el maltrato es frecuente. / Ahí tú no ser radical, / no poner punto final. / Ahí tú también ser paciente… Hombre blanco….
Tú tirar mucho millones/ en comprar tontos aviones/ al otro gran presidente, / en lugar de recortar loco gasto militar. / Tú ser su mejor cliente. / Tú mucho partido pero, / ¿es socialista, es obrero?, / ¿o es español solamente?, / pues tampoco cien por cien, / si americano también. / Gringo ser muy absorbente. / Hombre blanco….
Este es el resumen de lo que el socialismo lleva haciendo con los obreros españoles desde el día que se fundó. Su misión es hacernos creer a los cuervos ingenuos que son de izquierdas con su lengua de serpiente y vendernos a las primeras de cambio por cuatro perras al empresario o banquero de turno.
Sin más, esperando que les guste y les disguste, les dejo con:
MANCHESTER DE LUTO, LIBIA DE LUTO, PERO MENOS
Esta semana los ciudadanos europeos, más concretamente los británicos, han tenido que sufrir en sus carnes la lacra del terrorismo. Un individuo entró en un campo de fútbol, en medio de un concierto, se voló por los aires y se llevó por delante a una veintena de inocentes.
Paralelamente a este hecho trágico, frente a la costa de Libia, naufragó una patera hinchable, causando la muerte a treinta personas muy jóvenes, tan jóvenes que entre las víctimas había diez niños, de origen subsahariano.
Los medios de comunicación se han centrado escandalosamente en los sucesos de la ciudad de Manchester. Los telediarios de todo el planeta han estado durante días informando sobre las muertes de los europeos, y de la identidad del asesino. De las otras víctimas apenas una leve reseña en el teletexto como el que enumera la lista de la compra, que ha durado medio día y para de contar. Unos cuantos seres humanos de color no dan para más.
El primer hecho es un atentado terrorista, y el segundo, ¿qué es?, ¿por qué se han ahogado esas personas en el Mar Mediterráneo?, ¿no es terrorismo someter a la población civil a guerras cruentas, hambruna y expolio de recursos energéticos y agrícolas para que se vean abocadas a tirarse al mar?
Los ciudadanos europeos deben saber que ese dolor que todos experimentamos estos días lo sufren a diario los habitantes de Bagdad, Kabul, Gaza, y demás ciudades del mundo donde hay un conflicto armado. También deben saber que gran parte de la responsabilidad de que esto suceda la tienen nuestros gobiernos.
L a política internacional de los países desarrollados esta basada en el terror. Empezando por el estado más terrorista del planeta, Estados Unidos, con su socio Israel, y terminando con el último estado miembro de la OTAN, no se escapa una nación que no sea culpable o cómplice de que cada día haya más terroristas dispuestos a dar su vida para acabar con los “infieles”.
Cada vez que un avión de las fuerzas internacionales bombardea a la población civil de un país “enemigo” según la lista de los EE UU, cada vez que una multinacional apoya a un dictador, cada vez que un estado rico interviene en los gobiernos de los más pobres, cada vez que nuestros gobiernos saquean los recursos de las naciones subdesarrolladas, cada vez que se invade a los más débiles con la excusa de llevar la democracia, estamos creando terroristas potenciales.
Cuando una persona no tiene nada que perder busca un sentido o una salida a su vida, y esta puede ser hacer daño a los que considera que le están matando a él y a su familia. Una vez que tengamos claro esto, tendremos claro que el enemigo no viene de fuera, y que víctimas somos todos, los pobres de un lado del planeta y los pobres del otro.