Me considero de izquierdas... por Antonio Cabrero Díaz

18.11.2016 00:00

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo

(EL QUE QUIERA SABER QUE VAYA A LA ESCUELA)

Aquí estamos otra vez sin hacer caso a ningún medio de comunicación. El techo es la mejor medicina para luchar contra el miedo. Una vez que se sienten en el sillón es la mejor vista que pueden tener. Con un poco de suerte descubres una telaraña en donde no eres tú el que esta atrapado en ella.

La fortuna nos ha llevado a vivir al otro lado y esto permite a individuos, como el director de la guardia civil, a hacerse un autorretrato para glorificarse a sí mismo por su labor al cargo del  cuerpo. No se que pensarán al respecto las familias de los 14 inmigrantes muertos en aguas de Ceuta. No creo que les haga mucha gracia que Fernández  Mesa se vanaglorie de ser responsable indirecto de esas muertes.

Al antiguo ministro de interior, Fernández Díaz, el peor de la historia según los expertos, le han dado un cargo, a modo de comisión, en el congreso para que vaya tirando. Todos los partidos, menos el PP, están en contra. Nuestros “amigos” del PSOE están en contra pero no van hacer nada para evitar que el ínclito ex ministro se premiado con este cargo. Estos “socialistas” estarán de acuerdo en que hay que espiar a los adversarios políticos, y habrán pactado alguna comisión que otra para que otro perrito faldero se lleve un sueldo extra.

Si se apellidan Fernández les pueden pasar dos cosas. Una, que sean unos pringaos que se tienen que levantar temprano todas las mañanas para trabajar por un sueldo de miseria. Otra, que pertenezcan al Partido Popular y sin dar ni golpe vivan como reyes. En ambos casos coincidirán en que el PP es lo mejor para sus intereses aunque sea el culpable de que la diferencia entre ustedes cada vez sea más grande.

Sin más, esperando que les guste y les disguste lo escrito, les dejo con:

 

“ME CONSIDERO DE IZQUIERDAS”

 

El comportamiento humano no tiene mucha explicación. El del ser urbano menos todavía. La lectura no le atrae y vive de las frases hechas que escucha en televisión o descubre en internet. Los programas que nos informan del mundo real también aportan muchas coletillas para que podamos defendernos en las tertulias que se dan en los bares.

He llegado al punto de o perder ni un segundo en discusiones de mujeres, política, fútbol, o de cualquier otro tema. No me aportan nada y me suelen irritar bastante. Razones muy aconsejables estas par no perder el escaso tiempo que tiene uno en dimes y diretes. Aunque de vez en cuando, de manera relajada y ocasional, hay que decir cuatro verdades al modernillo pijo hippy que quiere enseñarte lo que es la vida.

El fin de semana pasado estaba tomando unas cañas con unos amigos cuando llegaron otros dos que conocían a uno de los que estaban conmigo. Al principio no había confianza, así que unos estábamos por un lado y otros por otro.

A medida que la graduación del alcohol iba haciendo efecto la conversación se extendió a todo el grupo. Hasta ese momento había permanecido callado hasta que escuché la afirmación rotunda, “yo me considero de izquierdas”. De manera intuitiva, sin pensar en caer mal o bien, repliqué, “¿qué es ser de izquierdas para ti?

El individuo se quedó pensativo, dudando incluso, y, sin otro argumento, contestó que yo seguramente era de derechas. Le expliqué, de manera pausada, que era la primera vez en mi vida que me espetaban semejante majadería, que en otro tiempo le hubiera dado un bofetón, y que estaba seguro que era de esos de izquierdas que odian al diferente, maltrata a las mujeres y roba a todo el que tiene al lado.

Ante su respuesta me tuve que reír. Él era de izquierdas pero a los gitanos no los podía ni ver. Un amigo mío le apoyó en la moción, y añadió que sus experiencias con esa raza eran todas negativas. Ambos coincidían en que el pueblo gitano era lo peor porque se aprovechan de nuestros impuestos, porque les dan casa y comida gratis, porque hacen lo que les da la gana, y porque son unos ladrones y unos sinvergüenzas.

En el barrio donde vivo ha habido chabolas de gitanos. Desde niño he tenido que pelear para que no me robaran. Esto no quita para que, como me enseñaron mis padres, tenga claro que son personas como nosotros. Hay gitanos buenos y gitanos malos, como hay payos buenos y payos malos. Es una minoría étnica que a lo largo de la historia ha sido perseguida, maltratada, y que a día de hoy sigue marginada.

El hecho de que reciban ayudas sociales por su situación de pobreza es debido a que lo manda la ley y nuestra constitución. Si hay payos que no están de acuerdo con esto que pidan a esos que votan que les den unos servicios  acorde a los impuestos que pagan, pero echar la culpa de todas nuestras desgracias al pueblo gitano me parece de una falta de humanidad y de una ignorancia supina.

Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos mi colega se llevo “al de izquierdas” aparte, siguieron debatiendo un poco, e imagino que le diría que lo dejara porque me estaba calentando. Acabamos todos juntos felices, como buenos amigos, tomando cañas, confirmando, una vez más, que las ovejas nos dan mil vueltas y que somos el animal más tonto de la creación.