Presumir de juventud.. por Antonio Cabrero Díaz

16.01.2015 00:00

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujuo. Aquí estamos otra vez.

Antes de empezar con el artículo de hoy quisiera hacer un breve comentario acerca de los grupos terroristas creados para meternos el miedo en el cuerpo a los ciudadanos de los diferentes países de nuestro planeta. Pensamos que en nuestro mundo perfecto no hay lugar a la barbarie, y que solo suceden cosas malas allá donde gobierna la pobreza, pero lamentablemente no es así. 

Asia, África, América latina y Oceanía son continentes compuestos por países golpeados por el terror y la masacre sistemática planeada de su población. Diferentes grupos armados por naciones del G-20 matan gente según lo requieren los intereses del mercado y las potencias que lo manejan y dominan.

El ciudadano debería preguntarse de dónde viene el recién creado Estado Islámico. También debería investigar quién es el responsable de su mantenimiento y financiación. A lo mejor más de uno se llevaría una sorpresa y tendría que pedir explicaciones a los políticos que llevan al lado en las multitudinarias manifestaciones en contra del terrorismo y a favor de la paz. No es muy coherente pedir que no haya violencia cuando tus políticas y negocios venden armas y hacen caja con aquellos que matan.

Sin más, deseando que la gente piense en los demás (sea cual sea su color de piel) y no solo en sí mismos, y esperando que les guste, y les disguste lo escrito, les dejo con:


PRESUMIR DE JUVENTUD


"Cuando tú ibas al instituto yo no había nacido". Frase esta que me espetó (palabra que recuerda a pescao) una joven que comparte lugar de trabajo conmigo. Son palabras que pueden no decir nada, pero que dentro de sí encierran muchos mensajes y patrañas (palabra que me recuerda a spiderman) que el sistema inculca a los jóvenes de ahora.

La educación que reciben los chavales en la actualidad es mucho mas férrea que la que recibimos nosotros hace viente años, en lo que a competitividad se refiere. Ya no solo hay que ser mejor en tu vida laboral y económica, también es necesario destacar a nivel físico y material. Los valores que nos trasmitieron nuestros padres de no pensar solo en nosotros han sido sustituidos por la obligación de ver el mundo desde el punto de vista de nuestro único bienestar.

La vida perfecta tiene  que conducirte a tener una situación perfecta. Un buen trabajo, una familia perfecta (entre cuatro y cinco miembros), y un montón de cosas y objetos que demuestren que has alcanzado el nivel adecuado. Todo lo que no sea eso te meterá en el circulo de los que para los que manejan el sistema consideran sospechosos.

Si tienes cierta edad y sigues haciendo las cosas que te gustan, o aun peor, si pasas de cumplir las fases de lo correcto y encima decides tener lo menos posible, serás muy mal considerado por las gentes de bien y castigado por el estado que te machacará a nivel social y fiscal.

Yo respeto todos los estilos de vida. No me considero mejor o peor que nadie. Tampoco critico a aquellos que siguen los dictados del catecismo de los convencionalismos sociales. Cada uno tiene sus propias movidas. Pero hay un pequeño problema, que ellos, una gran mayoría, no respetan a los que como yo han decido tener una existencia distinta. Seas lo que seas, o tengas la profesión que tengas, seas artista o librepensador. Serás acusado de todos los males de este teatro que es la perfecta sociedad que nos han creado. No tendrán ninguna piedad (menos si cabe estos que buscan adoctrinar a la gente con seres ficticios) contigo y te catalogarán como peligroso social.

Si eres hombre o mujer (estas sufren mayor presión social), vives solo, te empapas de buena cultura a través de los libros, la música y demás artes, no quieres tener hijos porque te parece una falta de generosidad increíble, y haces lo que te da la real gana, cuando y con quien quieres, sin molestar a nadie, eres una persona peligrosa, rara y nada recomendable.

Según las enseñanzas de siempre de un país cateto y poco avanzado, lo mas probable es que estés solo porque no te quiera nadie, porque tienes problemas mentales, porque eres homosexual o lesbiana (como si estos no vivieran en pareja), o porque eres tan rojo que quieres acabar con el sistema.

Hay que ser tonto para sentirse mejor que otro por ser mas joven, hay que ser imbécil para sentirse mejor que otro por tener pareja o por tener hijos, hay que ser memo para sentirse mejor que otro por tener mejor cuerpo, y hay que ser gilipollas perdido para sentirse mejor que otro por creer que su vida es la mejor y las mas correcta.

Desde que era muy joven me di cuenta del engaño y deje de competir. Comprendí que no ganaba nada al intentar ser mas que los que tenía al lado. La envidia y la frustración no me llevaban a la felicidad. Decidí hacer lo contrario y alegrarme de las alegrías de los demás, y ayudar a todo el que se lo merecía y tuviera cerca. La cosa funcionó, y comencé a ser mucho mas feliz.

La edad desapareció y los años comenzaron a ser un dato para la policía y para hacienda. El cuerpo y sus cualidades fisicas se convirtieron en una herramienta para desplazarme mas cómodo por el espacio y ofrecer lo verdaderamente importante del ser humano, mi interior. La inteligencia, aparte de hacerme sentir mejor, comenzó a valerme para descubrir cosas que no eran buenas y pedir justicia para aquellos que no la tienen.

Hablando se entiende la gente. A través de las palabras, olvidándome de la teoría impuesta por los gobiernos, intento que los niños y niñas aprendan a pensar en los demás y que comprendan que ayudar a los que les rodean solo les va a aportar beneficios. Cuando entendamos esto no hará falta que nadie nos cuente milongas porque seremos todos nosotros quien decidamos por nosotros mismos nuestro propio destino.

En algunas casos la teoría falla y hay que ser un poco mas borde y lanzar un corte verbal. Como por ejemplo cuando un  antiguo alumno un día vino a verme, se puso a mi lado, yo, 1,66, el 1,90, y me dijo sin respeto alguno, apoyándose en mi como si fuera la barra de un bar: "Antonio te estas haciendo viejo", a lo cual le conteste, para deleite de aquellos que piensan que soy violento y agresivo, "si, pero creo que todavía puedo darte un par de hostias y arrancarte la cabeza". La retirada del brazo fue inmediata.