Tres días en Pedro Bernardo... por Alberto Bardera Díaz

16.11.2015 09:05

 

LA ENCUESTA

Una persona creativa decide contar una historia a través del séptimo arte. Le mueve la inquietud personal, su afición, y las ganas de hacer algo por la tierra de sus antepasados. El beneficio es mutuo para ambos, para él y para su pueblo.

“Tres días en Pedro Bernardo” es una película rodada íntegramente en el pueblo del mismo nombre. Todas las localizaciones muestran lo mejor de este lugar a aquel que ha decidido ver (visionar me suena a animal) este largometraje.

Daniel, el creador de esta historia, en un acto de ingenuidad o de comprobación, ante el escaso apoyo (imagino yo) mostrado a su proyecto por los habitantes y visitantes de este privilegiado lugar del Valle del Tiétar, decidió lanzar una encuesta sobre la misma.

Como este que les escribe preveía los resultados han sido abrumadores en desaliento, confirmando todo lo contrario a lo que esperábamos y pensamos los que tenemos dos dedos de frente.

EL REFERENTE

La película no es considerada por sus paisanos un referente para Pedro Bernardo. La mayoría considera que hay otras “películas” hechas anteriormente que representan más y mejor al pueblo del que estamos hablando.

Desde un punto de vista objetivo estos resultados no se sostienen. Por lo menos hasta donde mi conocimiento alcanza no hay color. Ni “La casa de los Martínez”, ni “Sangre” (es un documental”, y, mucho menos, la película erótica de la transición, promocionan y representan al pueblo como “Tres días en Pedro Bernardo”.

Es evidente que es y será para siempre la película de Pedro Bernardo, lo que pasa es que este municipio siempre ha tenido, desde mi punto de vista, un defecto que sobresale y eclipsa sus muchas cualidades, la envida. Cuando algún cucharero (palabra fetiche de Albertillo) logra éxito en su profesión o en su vida personal causa fastidio y malestar.

La gente, por lo general orgullosa, no es capaz de separar lo personal de lo profesional. No es tan difícil reconocer que hay personal que son mejores que uno en determinadas disciplinas. En vez de buscar lo positivo, la envida nos sirve de consuelo para calmar a nuestro ego aireando lo negativo.

 

LAS CANDIDATURAS

Los que creían que este largo era una mierda, y que no iba a llegar a nada cuando se enteren de las quince candidaturas a los premios Goya, ¿qué van a decir?

Igual caen en la cuenta de que no tienen ni puta idea de lo que es el mundo del cine. Yo, como pueden observar, no domino el tema aunque llevo años yendo a ver cine, sobretodo en versión original, a lugares en donde prohíben comer porque para eso ya tenemos los restaurantes.

Mi ignorancia en esta materia no evita que me documente a la hora de realizar un comentario o contestar a una encuesta. Este simple hecho, junto con el respeto al trabajo y vida de los demás, me ha proporcionado elementos de conocimiento básicos para valorar el gran trabajo que ha realizado el señor De Andrés Sánchez.

Pueden estar tranquilos aquellos que les duele en el alma que a los demás les vaya bien. Estas “increíbles ¡15 CANDIDATURAS! Se pueden quedar en nada. Es más que probable, viendo la lista de películas candidatas, que no sea nominada para optar a ningún premio. ¿Respiran mejor?

 

LA HIPOCRESÍA

No me cabe ninguna duda que después de conocer la noticia muchos habrán cambiado de opinión. ¡Hostia!, los premios Goya suenan a algo importante que hace que la gente salga en televisión, y que, incluso, haya algunos que gracias a ellos ganen mucho dinero.

El poderoso caballero es el que más influye en los cambios de opinión. La fama también es otro factor que condiciona los criterios de la gente. Ahora la película igual es lo mejor que le ha pasado nunca a Pedro Bernardo.

Me imagino a todos los que no consideran que sea la película más importante que se ha hecho en el pueblo alardeando de la misma en su centro de trabajo, grupos de amigos, o en su entorno familiar.

“Si hombre Nancho Novo, para mejor actor protagonista. Estuvo en mi pueblo. A Dani le conozco desde pequeño, que gran persona, es mi colega. Yo siempre dije que iba a triunfar. Qué gran película. La verdad es que aquí se le ha apoyado a tope. Más facilidades no se le pudieron dar. El ayuntamiento y nosotros, los que vivimos aquí, nos volcamos con él.”

Miles de comentarios, que sonarán más falsos que un euro de madera, aturdirán la cabeza de Daniel si hay un mínimo éxito, pero hasta entonces no veremos ni un solo cartel de la película enmarcado en ningún local ni en ninguna casa del pueblo de Pedro Bernardo, Ávila.