Un fin de semana cualquiera... por Antonio Cabrero Díaz

24.03.2017 09:34

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez para señalarles que es un acierto que el ciudadano no le de su total confianza a un solo partido político. El hecho de que el PP no tenga mayoría absoluta provoca que varias leyes, como la ley “mordaza”, la de educación, y la reforma laboral, se quieran echar para atrás por el resto de grupos parlamentarios.

Es innegable que los “ilustrados” de Podemos es lo menos malo que nos puede pasar. Esta formación ha intentado que se legalice la eutanasia, o el derecho a morir dignamente. Los “populares” y los “ciudadanos”, más los “socialistas”, han dicho que no a la propuesta. Ellos prefieren que agonicemos y suframos lo máximo posible hasta que nos muramos.

Curioso partido el PSOE. No entiendo que personas que quieren que se reparta la riqueza y se termine con la desigualdad les siga apoyando. Votación a votación demuestran que son tan reaccionarios como el PP. Partido este que quiere cobrarnos impuestos hasta por tomar y utilizar el sol.

Sin más, esperando que les guste y disguste lo escrito, les dejo con:

 

 

UN FIN DE SEMANA CUALQUIERA

 

 

Me he levantado sin la angustia de tener que ir a ningún sitio por obligación. He quedado con Viti para ir al pueblo a tomar unas cañas. Me recoge en Aluche y enfilamos la carretera de los pantanos. A la hora que vamos la caravana es segura. No tenemos prisa porque hay días por delante.

Después de un trayecto largo, que se me ha hecho corto gracias a una interesante y amena conversación, llegamos al pueblo. Subo la cuesta de mi casa y me encuentro a alguien que me suele mirar mal. Una de tantas, como diría Richy. Mejor voy por otra dirección porque no tengas ganas de que me perdonen la vida tan pronto.

Doy dos pasos y me llaman desde la Pizzería de Segovia. Miro y están mis colegas con una antiguo futbolista, Juan José (todo un profesional). Entro, saludo a Albertillo y a Lupe, que hace un huevo que no los veo, a los invitados y al resto de amiguetes.

Una breve pausa, y al rato estoy con la corrobla. El Jou hace su papel de presidente de peña, Wayne de ayudante, y el resto cañean. La juerga termina a las siete de la tarde y Vargas no ha aparecido, una ducha, fruta, magnesio, y a rondar.

Mis amigos tienen cena madridista. Me animan a que vaya con ellos para que no me quede solo. No importa, ya encontraré a alguien, y sino pues solo. Antes de separarme sube Eduardito. Le invito a una caña rápida, antes de decirle que como se ha condenado, pues va a ser padre. A otro que se le termina lo “bueno”.

Nos juntamos con Gustavo, Jaime, y Segundo. La cosa se alarga, entre grupo y grupo del Madrid cool festival, hasta que me encuentro con los madridistas. Consigo zafarme de ellos haciendo el “moonwalker”. Son las tantas de la mañana y mi cuerpo no pide salsa.

Al día siguiente, antes de que me plantee tomármelo con más calma, me encuentro otra vez con la panda. A las tres me quedaré solo. No es así. Aparece Boris, y más tarde Segundo y Chemita, con los que quedé la noche anterior para ver al Atleti. Cañas que se alargan mientras que Griezmann marca un gol realmente increíble. Se me hace de noche.

Ducha, y para afuera. Hay poco gente pero da igual. Salgo a buscar a la cuadrilla. La encuentro y termino de madrugada dando un abrazo a Juanchu de despedida. Viti dice que no es para tanto, que nos vamos a ver en Semana Santa. Wayne, de broma, le llama “celosón”, y terminamos los tres, como cuando éramos chavales, abrazándonos en medio de la cuesta. Más tarde, en la cama, no puedo, al recordar la escena, parar de reír.

Se acabó lo bueno. Llego a Madrid. Me despido de Viti. Hacia tiempo que no pasaba unos días tan buenos. Quedamos en vernos en una “Messicomida”. Si no es el lunes o el martes me encontraré al otro “Perucho”, Alberto, y comentaremos las jugadas más interesantes.

Este es un fin de semana cualquiera en mi vida. Como dice mi amigo Jose, el de deportes Madrid, con que poca cosa soy feliz. Cañas, amigos y conversación. Esto es como se podría definir la felicidad, ahora que esta tan de moda en los medios. Aprovechar el momento como si fuera el último que esta vida te puede ofrecer.