Unidos podemos NO celebrar el cumpleaños de Coca Cola... por Antonio Cabrero Díaz

09.06.2016 22:03

Hola amiguitos y amiguitas de PB Agujúo.

Aquí estamos otra vez para certificar el batacazo que se dieron, en lo que a público se refiere, los que organizaron el día de la tapa en Pedro Bernardo. Los establecimientos responsables de este evento demostraron que la falta de acuerdo y de previsión lleva irremediablemente a que la gente opte por otras ofertas más atractivas.

Me encanta ir a locales, dentro del horario señalado, de los organizadores y que no tengan la tapa. Es una maravilla haber comprobado lo bien preparados que estaban, a no ser, pensando mal, que lo hubieran hecho aposta. Por este motivo pido que los bares que no quieran participar que no lo hagan, pues no es obligatorio, pero que si lo hacen que lo hagan bien, con ganas y de buenas maneras.

Debo mencionar a los dueños del camping como un ejemplo a seguir. Ofrecieron la tapa el sábado y el domingo, día que incluso acudió más gente. Esto indica que algunos entienden que este día es un reclamo para que la gente acuda, lleve amigos de otros sitios y se conozca el pueblo, y no para sacar dinero a destajo.

Lo más seguro es que la culpa sea de los “forasteros”, que como siempre hablan mucho pero no hacen nada. El sorprendente orgullo de los que viven en este pueblo de los negocios les hace afirmar que no necesitan que vaya gente. Esto me parece perfecto, que tengas un negocio para vender productos y que no quieras venderlos. Cada uno es libre de hacer lo que crea conveniente. Como este que escribe de ir o no, o de entrar en determinado local o no.

Sin más, esperando que les guste y les disguste lo escrito, les dejo con:

 

 

UNIDOS PODEMOS NO CELEBRAR CUMPLEAÑOS CON COCA COLA

 

 

En la portada de PB Agujúo aparece una fotografía de una botella de coca cola en posición horizontal, y encima de ella cinco personas. Las cuales están pisándola. Interpreto que el mensaje que emite es que el pueblo ha podido con la marca y la ha tumbado. Se puede leer a través de coordenadas que los trabajadores han ganado a la toda poderosa multinacional.

Otros no han entendido lo mismo. Vargas le llamó la atención a Albertillo por hacer publicidad de este producto. Este se enfadó y respondió que la foto era muy guapa. ¿Soy el único que lo entendió de esa manera? El ofendido me pide que escriba sobre el libro “somos coca cola en lucha”, y entiendo todavía menos. Aparte de dedicar artículos enteros a esta lucha, he escrito varias reseñas para que el personal conozca y compre este libro. Aún así lo vuelvo a repetir, ¡COMPREN EL LIBRO SOMOS COCA COLA EN LUCHA!, si ganan ellos, ganamos todos.

No sabía que era mi cumpleaños, me lo ha recordado los mensajes y llamadas de la gente. En mi centro de trabajo una compañera se ha tomado la licencia de poner un cartel y llevar unas galletas, en mi nombre, para celebrarlo. Esto es un ejemplo del país que tenemos y la tolerancia que se respira en él. Es tan difícil de entender el hecho de que haya personas que no quieren ser diferentes, pero debido a la actitud de la mayoría lo son.

Estoy en una tienda de unos colegas. Se indignan porque no les he avisado de mi cumple. Me dicen que me voy a quedar solo. Ya lo estoy. Ellos también lo están, aunque tengan mil amigos en face book, lo que pasa es que no se han dado cuenta.

La soledad no me asusta, me da placer. Lo que me atemoriza es la falsedad y la rutina que se ha apoderado de todos nosotros, con el único objetivo de tenernos amansados y domesticados. “Amigo” suena como “hasta luego”, y la palabra “feliz” y “deseo” son adornos que lucen pero no llevan ningún valor dentro que ilumine.

Hay que acordarse de la gente todos los días, sobretodo de los que peor están. En vez de tanto rollo social y convencional, que se traduce en un cumplimenteo para quedar bien y que el otro no se enfade, vamos a ayudar al que está al lado, vamos a decirle las cosas a la cara, y vamos a ser lo más directos y naturales posible.

Salgo de la tienda. Estoy en el parque, cómo no, solo. Mientras ando y corro, pienso en lo que voy a escribir. No me gusta el mundo en el que vivo. Agradezco que la gente me estime, que me diga que no cambie nunca, y que siga así, pero yo solo no puedo hacerlo. Necesito ayuda para hacer que este mundo sea más justo. Empecemos por votar todos a los “mamarrachos” de UNIDOS-PODEMOS y decirle al jefe que ¡NO!