La música me hace sentir bien... por Antonio Cabrero Díaz

17.04.2015 00:00

Hola amiguitas y amiguitos de PB Agujuo. Aquí estamos otra vez.

Voten a AHORA MADRID en la capital y a PODEMOS en el resto de ayuntamientos y comunidades en las próximas elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo del 2015.
Recuerdo a aquellos que, sobretodo, dicen ser de izquierdas, que el que vota a un partido corrupto es cómplice de la propia corrupción, y si van en listas bajo sus siglas, para ahorrarse unos cuartos que luego les reembolsarían, aun mas si cabe.
Ser de izquierdas es simplemente querer que el dinero de todos se emplee en beneficio de los que peor están para que haya mas igualdad y alcanzar de esta manera la justicia social. Tampoco es votar a un partido que en sus letras lleva la palabra "izquierda", y tampoco es comportarse como un déspota en casa y robar y maltratar a la gente que le rodea.
Sin mas, teniendo claro que a buen entendedor las palabras sobran, y a petición personal, les dejo, esperando que les guste y les disguste lo escrito, con:
 
 
LA MÚSICA ME HACE SENTIR BIEN
 
 
(Las palabras escritas en mayúscula son títulos de canciones)
 
A los trabajadores de coca-cola por su lucha que ha dado el fruto de la victoria. El Tribunal Supremo les ha dado la razón y la empresa tendrá que readmitirles y abonarles los sueldos que les deben. Vargas eres un campeón. 
 
 
Me levanto, mejor dicho me despierto, y maldigo seguir respirando un día mas dentro de este mundo absurdo e injusto. Sudo en la cama porque quiero ser distinto y ser distinto es ser de otra manera. Rápido ha pasado por mi mente LA DECEPCIÓN. Canción que me recuerda que he nacido en serie y moriré en la cadena.
Miro a los discos que  hay en la mesa y se me olvida todo. La angustia permanece acomodada en las paredes de mi estomago. Un simple click y comienzan a bailar las notas alrededor de mi cabeza. Ya estoy de pie. Tengo un vaso de leche en la mano que me invita a LA HUIDA. Soy cobarde, quiero irme, pero abro la puerta de casa camino del trabajo.
Un SER URBANO es lo que soy, hijo de un camión y una acacia. Me encuentro en el metro, no es de noche, tengo un duro en el bolsillo y no hace frió. Es evidente que no soy un CANTANTE URBANO. Me gano la vida dando clases en un colegio. También cuando llega una carta del gobierno me echo a temblar, y se que tengo que pagar un poco mas. Son como HORMIGAS los operarios que trabajan y se multiplican en las fechas previas a las elecciones.
Antes de llegar a mi destino recuerdo que la noche anterior un amigo dijo, "VAMOS MUY BIEN". Yo le respondí que borrachos como cubas pero que aun nos manteníamos en pie. Piso una mierda y le doy una patada a un bote que hace que me despierte y se borre el bonito recuerdo. Es una mierda ESTE MADRID que ni las ratas pueden vivir. Las calles están tan sucias que me hacen pensar que los barrenderos están en mas peligro de extinción que los linces.
Entro en el centro educativo. Son DÍAS DE ESCUELA. Ya hay pocos profesores con bigote. Tampoco se como queso americano y no hay cuadros de dictadores en la pared, pero si crucifijos que asustan al mas pintado. Miro al cielo y no hay amos. SE QUIEN tiene la llave de la ciudad pero no es para abrir la cerradura que custodia la caja de mi libertad. Todavía tengo el run run del SALVE en mi cabeza. El control mental no solo se aplica en los colegios, también en nuestras propias casas. A continuación viene el control personal, el económico y el sexual.
La gente que me rodea no ve los COLORES. Lo máximo que alcanzan a atisbar es su ombligo. Todo muy respetable. El TNT es un buen explosivo para botar en un concierto. La naturaleza esta muy alejada estando cerca de los muros en donde nos encierran y adoctrinan. La PAZ ES VERDE pero con el tiempo ni habrá paz y sera de color negro. La educación perdió a LOS MAESTROS que de verdad lo sentían y enseñaban a amar la libertad. Palabra que repito mucho pero que es necesaria para poder explicar la falta que tienen de ella los habitantes de este planeta. No puedo sentirme libre hasta que todo el mundo, en cualquier rincón del mismo, lo sea.
 A veces construyo una  ESCALERA AL CIELO y me imagino que estoy con ellos, con los DESAPARECIDOS. Todo es eterno. Solo hay gente buena y no existen cunetas y océanos que tapan el asesinato y la muerte. Un grito y una pregunta breve de un niño rompe esta mágico momento que no ha continuado con el pensamiento en una MÁGICA MUJER.
Estoy en el parque. Los chavales ruedan por un colina no pudiendo controlar sus risas. Tenemos mas espacio dentro de la cárcel de lujo donde vivimos. "SALTA", le dice un compañero a otro. Mi cabeza asocia todo, lo bueno y lo malo, a letras que juntas forman canciones que me hacen sentir bien.
Sea donde sea, este donde este, la música me acompaña. Puede que la oigan los demás, pero la mayoría de las veces solo la puedo oír yo. Es evidente que hay sitios donde este fenómeno se dispara. CORRE, CORRE, y no es porque me vayan a echar el guante, ni que haya NACIDO PARA CORRER,  o que CORRA LIBRE,  es que el sonido de estas canciones unido a la carrera me hacen desaparecer.
Si, esto creo que es lo que siento cuando corro, o cuando escucho música. Siento que desaparezco. Tengo la sensación de ser invisible. Creo que la gente no puede verme, incluso noto que no piso el suelo, que floto. Esto lo producen ciertos acordes y ciertos caminos, cuyo matrimonio me hacen parecer un LOCO.
Cuando corro por EL BOSQUE, sorteando arboles y abrazando cuestas, escuchando canciones, mezcla de cumbia y de rock por ejemplo, como esta que dice: "Mi madre es la única estrella, que juro mi porvenir, y si se que se va a morir, al cielo me voy con ella", no puedo evitar sentir que estoy vivo, y lo demuestro cubriendo mi cara con finas y transparentes gotas de felicidad, y afirmando las ideas que mantienen en buen estado los cimientos de mi dignidad.